Imagen de archivo de un coche de la Policía Nacional en la ciudad de Ibiza. | Archivo

La Policía Nacional ha desarticulado una red que cobraba 1.500 euros por una “plaza” para ejercer la prostitución en una zona de la Platja d’en Bossa. La operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.

En esta operación se ha detenido a cinco personas -dos en Madrid, una en el Centro Penitenciario Alcalá Meco y dos más en Ibiza- y se ha liberado a la joven a la que obligaban a prostituirse.

Las investigaciones comenzaron el pasado verano tras recibir los agentes una denuncia de una mujer que pretendía ejercer la prostitución de forma libre en Ibiza. En esta comparecencia explicó que otra mujer, de origen nigeriano, se encargaba de controlar el ejercicio de la prostitución en la vía pública de una zona la isla -concretamente una parte de la Platja d’en Bossa- y para ello exigía el cobro de 1.500 euros. Tras estas informaciones, los agentes trataron de constatar los hechos e investigar si existían mujeres en una situación parecida.

Al menos 12 mujeres coaccionadas

Con las primeras pesquisas pudieron corroborar la versión de la denunciante comprobando que una de las zonas más influyentes en Ibiza para el ejercicio de la prostitución estaba absolutamente controlada y regulada por dicha organización criminal. Esta red coaccionaba a las mujeres que pretendían ejercer libremente la protitución en dicha zona, obligándolas a pagar la cantidad de 1.500 euros. Posteriormente los agentes dieron con un domicilio, regentado por un matrimonio compuesto por una mujer nigeriana y un ciudadano español, en el que convivían hacinadas más de 12 mujeres, entre las que se encontraba una encargada de confianza de la organización que se ocupaba del control directo tanto del domicilio como del ejercicio la prostitución de las jóvenes. Sumado a la cuota de 1.500 euros antes mencionada, sus víctimas debían pagar también los gastos del domicilio en el que residían.

Avanzadas las investigaciones descubrieron que dicha mujer tenía además bajo su control, en el citado piso y en connivencia con su pareja sentimental, a una víctima de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Esta joven fue captada en Nigeria por el hermano de la encargada que, simulando una relación sentimental con ella -método del lover boy- convenció a la víctima para emprender el viaje a nuestro país. En 2015, la mujer comenzó la ruta por vía terrestre desde Nigeria hasta Libia para posteriormente cruzar hasta Italia por vía marítima. Una vez en Italia solicitó asilo, aleccionada por miembros de la organización, con la intención de poder moverse en territorio Schengen y así evitar su expulsión debido a su situación administrativa irregular.

Una vez obtuvo la documentación, viajó a la localidad madrileña de Fuenlabrada donde conoció a su madame, con la que convivió junto a la pareja sentimental de ésta. En ese periodo se le informó del verdadero motivo de su viaje así como sobre la deuda contraída por el viaje irregular y que asciendía a 35.000 euros, por lo que sería obligada a ejercer la prostitución en un polígono industrial hasta saldarla. Al llegar el verano, esta persona fue trasladada a Ibiza para ejercer la prostitución junto a su madame y otras mujeres nigerianas con las que compartía el domicilio regentado por el matrimonio.

En esta operación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual se ha detenido a cinco personas -dos en Madrid, una en el Centro Penitenciario Alcalá Meco y dos más en Ibiza- y se ha liberado a la joven a la que obligaban a prostituirse.