Juan Carlos Mestre y Amparo Ruiz Luján protagonizaron ayer en la iglesia de Sant Antoni el encuentro ‘Elogio de la palabra’. | MARCELO SASTRE

En un entorno privilegiado, con la quietud y la calma que siempre aporta una iglesia como la de Sant Antoni, ayer por la tarde los poetas Juan Carlos Mestre y Amparo Ruiz Luján unieron sus voces para ofrecer un espectacular encuentro poético que se bautizó como Elogio de la palabra.

El acto estuvo incluido dentro del programa de fiestas patronales organizado por el Ayuntamiento de Sant Antoni y en él, durante cerca de una hora se pudo escuchar una mezcla de poesía y música. Ayer el nexo en común entre las obras de estos dos artistas que se conocen desde hace más de dos décadas fueron el amor, la muerte, el valor de la palabra o el destino, «temas que siempre han inquietado al ser humano desde que tiene uso de razón».

En este sentido, el conocido poeta nacido en 1957 en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo interpretó, acompañado de instrumentos de percusión y de un acordeón, cerca de diez poemas extraídos de algunos de sus poemarios como El Museo de la clase obrera, publicado en 2018 por Calambur Editorial o La casa roja, por el que consiguió el Premio Nacional de Poesía en 2009.

Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera antes del encuentro el poeta leonés, escogió sus versos pensando en «la magia que desprende la iglesia de Sant Antoni» y todos tienen en común «subrayar la dignidad humana en estos tiempos tan complicados que vivimos». Así, los poemas que se pudieron escuchar ayer «sirven para dar salida a todas aquellas voces que han sido silenciadas a lo largo de los tiempos y que invitan al lector o al espectador a reflexionar sobre la condición humana, el tiempo y el destino de los seres humanos».

Poemas y música en catalán y euskera

Por su parte, Amparo Ruiz Luján, nacida en 1956 en el pequeño pueblo de Puebla del Salvador, en la provincia de Cuenca, se decantó por poemas de las obras que forman parte de la trilogía que dedicó a tres personajes de la mitología griega: Intenciones de Antígona, El brocal de Sémele y La mirada de Atenea. Además, esta profesora jubilada de Geografía e Historia, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la velada cuando se animó a interpretar sin música y a capela canciones tradicionales en lengua catalana y euskera, además de una parte de El canto de la Sibila, un drama litúrgico de melodía gregoriana que tuvo mucha difusión durante la Edad Media en el sur de Europa y que se interpreta de forma tradicional en la Misa de Gallo en el Monasterio de Lluc la Catedral de Palma o la catedral de Alguer, en Cerdeña.