Imagen de archivo de la zona del West End en verano.

«El West End cerrará por sí solo si sigue gobernando esta gente, pero el pueblo seguirá contaminado acústicamente por la zona del Ocean Beach y de ses Variades», criticó ayer un empresario -quien quiso permanecer en el anonimato- que tiene dos locales en la zona. Sus declaraciones surgen a raíz de las palabras que dijo Pablo Valdés, concejal de Medi Ambient, durante el pleno celebrado el miércoles en el municipio.

Según explicó el concejal, «muchos establecimientos, durante muchos años, han generado parte de sus ingresos a costa de incumplir, sistemáticamente, una normativa que nosotros conocemos ahora y que ustedes -refiriéndose al PP- conocían cuando gobernaban»; palabras que no gustaron a los empresarios que exigieron que «si tiene pruebas para decir eso, que lo denuncie».

Asimismo, en el pleno se aprobó incluir la calle del Mar en la Declaración de Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) del West por superar los niveles acústicos permitidos. Respecto a esta medida, que lleva en funcionamiento desde el año pasado, Valdés recalcó que no se dará marcha atrás, independientemente de quien gobierne, y anunció que habrá inspecciones en cada local de las calles a las que afecta la declaración nuevamente este verano.

Ante esto, los empresarios reiteraron que la medida ha conseguido que, algunos locales, ingresaran la pasada temporada incluso un 80% que en ejercicios anteriores. «Y no ven lo que pagamos a Hacienda y a nuestros trabajadores», dijo un empresario que aseguró que casi el total de su plantilla está formada por españoles.

Asimismo, recordó que ha llevado reformas en sus dos locales que le han supuesto un total de 45.000 euros que le dejaron sin margen de beneficio a final de temporada. «Para este verano no vamos a gastar ni un duro porque estamos contra la pared», aseguró.

También auguró una previsión «mala» para los meses veraniegos. «A los hoteleros se les ha ido la cabeza con el precio de las habitaciones por lo que va a venir menos gente; a eso se suma que muchas líneas aéreas han cancelado vuelos porque no les compensa», añadió.

Soluciones
Los empresarios insisten en que la solución que necesita el barrio es «más fácil». Piden al Consistorio que amplíe el horario de cierre hasta las 4 de la madrugada y que penalice a los locales que no cumplan con lo estipulado en la Ley. «Ellos saben quiénes son y son tres locales, pero han decidido hacer una persecución a todos», criticó uno de ellos.

De hecho, recordó que suprimir el trabajo de las personas que ejercían de relaciones públicas es un «capricho político». A su juicio, «no se puede hacer redadas y echarles del bar a la 1.30 de la mañana cuando está lleno porque nos dificultan el trabajo». «Lo que hacen son ordenanzas que obligan no solo a que ellos no estén, sino también a que nosotros cerremos», matizó.

También reiteraron que el tipo de turista que visita Sant Antoni «no va a cambiar el hábito». En esta línea, explicaron que cada municipio de la isla tiene su público y Sant Antoni se ha adaptado al que venía. «Nos guste más o menos, no es un pueblo bonito en sí porque tiene cables por todos los lados y da sensación de suciedad», lamentó al tiempo que dijo que «yo lo amo porque me lo ha dado todo, pero está mal cuidado».

Además, subrayó que no todos los jóvenes pueden incluirse en el denominado como «turismo de borrachera» y que hay que tener en cuenta el dinero que dejan. «Se van a hartar de esto y yo creo que, como mucho, me quedan cuatro años aquí en estas condiciones».