Cristina Ribas mira a su excompañero Joan Torres, portavoz del PI, durante el pleno del pasado jueves. | Marcelo Sastre

Nos dice la historia que siempre que alguien decide romper el carné de su partido político pero mantenerse en los cargos obtenidos gracias a ese carné, había una razón oculta muy poderosa, normalmente de índole económica y raramente por razones políticas.

Ya puede venir Cristina Ribas, la edil tránsfuga de Sant Antoni que, traicionando la confianza que el PI (y sus votantes) depositaron en ella, se ha pasado a la disciplina del PSOE y Reinicia (que en el colmo del cinismo niegan que se trate de una tránsfuga, cuando es un caso de manual), a contar milongas sobre el compromiso que la ata a sus cargos por el bien de los vecinos del municipio. ¡Zarandajas!

No es posible que pretendan hacer colar una historia inverosímil de desavenencias políticas no explicadas que la han obligado, muy a su pesar, a llevar a cabo este acto extremo de mezquindad política del que ya jamás podrá desligarse.

Cristina Ribas ya ha pasado a la historia política de Sant Antoni, la peor posible, como concejala tránsfuga. Su nombre figurará para siempre junto al de Manuel Mateu Babot, que en 1979 encabezó la lista del PSOE al Ayuntamiento de Sant Antoni pero rompió la disciplina de partido en 1981 votando en contra del proyecto de Estatut d’Autonomia. En 1983 se presentó nuevamente a las elecciones locales, pero en las listas del PP. Manuel Mateu, padre de la exdirectora insular Neus Mateu, llegó a ser alcalde de Sant Antoni. Que explique ahora el alcalde Pep Tur ‘Cires’ o alguien de la Federació Socialista d’Eivissa por qué Mateu fue tránsfuga y no hay que referirse así a Cristina Ribas.

El cinismo de Pablo Valdés

Pablo Valdés, cabeza de cartel de Reinicia y primer teniente de alcalde, sostuvo el jueves que ni se incumple el pacto de gobierno en Sant Antoni ni Ribas es una tránsfuga.

Tránsfuga es «una persona que se va de un partido y adopta una postura política distinta a aquella que defendía en el primer partido en el que estaba (…) y esto no se ha dado».

Según su torticera interpretación, Ribas solo será tránsfuga el día que se le ocurra votar en sentido distinto a lo que voten PSOE y Reinicia. Que lo haga diferente al resto de concejales del PI, formación en cuyas listas se presentó a las elecciones de 2015, carece de importancia. Ya ven el nivel de incoherencia al que ha llegado Reinicia y el otrora combativo Valdés. ¿Cómo se puede degenerar tanto en solo cuatro años de ejercicio del poder?
Cristina Ribas es irreemplazable.

Cuando alguien abandona su partido para seguir las directrices de otras formaciones (aunque sea como concejala tránsfuga no adscrita, que así la denomina el Pacto Antitransfuguismo y por algo será) siempre, siempre, siempre hay una motivación camuflada.

Si el PI rompe el pacto de gobierno y sus ediles dimiten de sus cargos en el equipo de gobierno, a ‘Cires’ le da igual porque con el voto de Cristina Ribas aún mantiene la mayoría en el pleno. No necesita para nada a Joan Torres ni a Juan Costa. De este modo, Cristina Ribas alteraría notoriamente el equilibrio de mayorías que surgió de las elecciones municipales.

De repente, quien entró siendo una concejala de fiestas, en poco más de un año se ha convertido en la extraordinaria política de cualidades irreemplazables, que todo partido político querría tener en sus filas porque «es muy agradable trabajar con ella» (en palabras del alcalde) o porque «me gusta su perfil» (en palabras de Simón Planells, candidato del PSOE a suceder a ‘Cires’). ¿Ustedes se creen que los vecinos de Sant Antoni son imbéciles y que se les puede engañar tan fácilmente?

Tiene que haber una razón de peso para montar este «circo», como lo definió Ribas, que sabía perfectamente lo que iba a suceder cuando decidió dar el paso de ser una tránsfuga. ¿Qué sucedió para obligarla a actuar así a solo cuatro meses de las elecciones? Llevaba tiempo meditándolo, según explicó, pero no acababa de dar el paso. ¿Por qué hacerlo ahora y enfangar de este modo el Ayuntamiento? Más pronto que tarde se descubrirá el pastel.

Feliz domingo.