Trabajos de movimiento de tierra en la zona donde se construirá la planta de triaje y tratamiento de residuos urbanos de ca na Putxa. | Irene Arango

La construcción de las nuevas instalaciones de la planta de triaje y tratamiento de materia orgánica de Ca na Putxa se iniciarán previsiblemente en el mes de mayo, cuando finalicen los trabajos de movimiento de tierras y residuos.

El director de la obra, Luis Plaza, informó ayer, en una visita con representantes de los consells de Eivissa y Formentera, que en la actualidad los trabajos están centrados en la retirada de los 230.000 metros cúbicos de residuos antiguos que hay en la zona, que irán a la celda seis de las siete que tiene el vertedero. «Tras cuatro meses de trabajos se han movido del orden de 100.000 m3», informó Plaza, y una vez se acabe se deberá rellenar el hueco dejado con otros 100.000 m3 de roca.

El presidente del Consell de Eivissa, Vicent Torres, recordaba que se trata de un proyecto que se puso en marcha tras casi dos años de retrasos y que supondrá poder alargar la vida del vertedero. Por su parte el conseller de Medi Ambient, Gonzalo Juan, lamentaba que se tenga que desmontar el movimiento de tierra que se ha hecho, de modo que más de 300.000 toneladas «tengan que ir a la celda número 6 que nos quita casi 2 años» de vida al vertedero. Algo que los técnicos han considerado necesario.

Tras la conclusión de todos los trabajos de construcción, previsiblemente en septiembre de 2020, la planta de triaje y biometanización de Ca na Putxa tendrá tres líneas de tratamiento con capacidad para 25 toneladas por hora, que podrán tratar en torno a 125.000 toneladas de residuos al año. De esas tres líneas, dos se utilizarán para el tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU), y la tercera será para el tratamiento de residuos orgánicos.

El proceso que se llevará a cabo en las líneas consistirá en un primer pretratamiento de residuos, que entrarán por la cola de la planta, para su posterior selección, recuperación y valorización. Todo aquello que no sea susceptible de valorización será lo que vaya al vertedero. De este modo se estima que del 100% de lo que entre a la planta ya no vaya todo al vertedero, como pasaba antes, sino solo el 55 o 60%.

El proyecto cuenta con una inversión pública de 39,9 millones de euros y un coste total de 67 millones de euros.

Vida del vertedero

El vertedero de Ca na Putxa tiene 7 celdas para alojar residuos. De ellas cuatro ya están completas y selladas, y la quinta está prácticamente llena. La sexta se está llenando ahora mismo con los residuos y la tierra que se está moviendo para poder asentar y aplanar el terreno en el que se construirán las instalaciones de la planta de triaje y biometanización.
El director de obra explicó que es difícil calcular la vida que le quedará al vertedero, pero estimó, conforme al espacio que queda en las celdas cinco y seis, y la séptima celda todavía libre, que serán entre 8 y 10 años. Tras este plazo las instalaciones seguirán funcionando, pero deberá buscarse un nuevo espacio para los desperdicios.

Residuos orgánicos

La planta de triaje y tratamiento de materia orgánica tendrá una zona de pretratamiento, donde se hará la selección de aquellos materiales susceptibles de revalorización; un área de metanización y un área de compostage.

En estas dos últimas áreas será donde se revalorice la materia orgánica. Gonzalo Juan informó de que cuando se ponga en marcha la planta los Ayuntamiento de la isla podrán iniciar la recogida selectiva de materia orgánica a través del contenedor marrón. También se tratarán mediante este procedimiento los lodos de las depuradoras.

En el área de biometanización se degrada la materia orgánica en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno) a través del uso de diferentes bacterias. El director de obra estimó que la recuperación de energía que se puede obtener a través de este procedimiento «puede equivaler a unas mil y pico viviendas de consumo». La energía generada está previsto que se utilice para el autoconsumo de una depuradora instalada en Ca na Putxa.