En la misa y en la procesión participaron personas de todas las edades. | DANIEL ESPINOSA

Maribel y Antonia de Granada. Luis de Madrid. Antonio y Marga de Segovia. Luisa y Amaia de San Sebastián... y así hasta decenas de representantes de distintas ciudades españoles se dieron cita ayer por la mañana en la pequeña plaza que hay justo delante de la puerta de entrada del Puig de Missa de Santa Eulària. Diferencias culturales, de edad, de vestimenta y de acento pero a todos ayer les unían dos cosas, habían venido con un viaje del Imserso y la ilusión por ver cómo se celebraba en Ibiza la festividad de un patrón.

La patrona ayer fue Santa Eulària en la Villa des Riu. Muchos de estos visitantes eran la primera vez que venían a nuestra isla y no pensaban que «tuviera bailes y trajes tan bonitos y tan relacionados con la tradición». De hecho, la mayoría tenía pensado hacer otra cosa durante el día de ayer, aprovechando las buenas temperaturas, pero fue en sus hoteles donde les informaron que podrían acudir a Santa Eulària. «Pensábamos bajar a Ibiza y estábamos un poco desilusionados porque nos han dicho que en esta época del año está todo un poco muerto y con mucha tienda cerrada, pero nos han avisado a tiempo que hoy aquí había fiesta y la verdad es que creo que hemos ganado con el cambio», explicaba ayer Amaia, una vecina de San Sebastián que había acudido de visita junto a su marido Pedro.

La misma satisfacción la encontrábamos en Maribel, Juan, Antonia y Anastasio, dos matrimonios que habían venido desde el pueblo de Almuñecar, en Granada. «Allí todo es muy diferente, la música y los trajes, pero las procesiones creo que en todos los sitios son muy parecidas porque al final lo que se trata es de homenajear a los santos que hay dentro de la iglesia», aseguró Maribel, confesa devota de la Virgen del Carmen de su pueblo y desde ayer «con parte de mi corazoncito con Santa Eulària». El que también se fue con el «corazón partido» fue su marido, Juan. En este caso al probar los bunyols que todos los años se reparten mientras se baila pagès. «Niño, en mi tierra hacemos cosas muy buenas, como la calabaza frita, las migas de sémola o el puchero de hinojos pero esto que están sacando ahora también está para chuparse los dedos», bromeaba mientras aseguraba no temer a los excesos porque «una vez al año no hace daño y menos si estamos de vacaciones».

El ball pagès también gustó mucho a nuestros visitantes. Luis y su mujer Paloma, de Madrid, quedaron encantados con la demostración que hicieron casi medio centenar de balladors y sonadors de Sa Colla de Es Broll, coordinados en todo momento por la concejala y segunda Teniente de Alcalde, Ana Costa. A pesar de lo reducido del espacio, Luis se las apañó para sacar algunas imágenes y grabar un vídeo con el teléfono móvil que le acababan de regalar sus hijos y mandárselo. «No se lo van a creer porque se piensan que en Ibiza solo hay fiesta y vida durante el verano», aseguraba con una gran sonrisa. Mientras, Paloma, nombre muy madrileño, sentía «envidia sana» y lamentaba que la tradición se esté perdiendo cada vez más en la capital de España. «Antes todo era mucho más popular, la gente iba a las fiestas y a las verbenas vestidas de chulapa, con sus mantones de Manila, pero ahora todo eso se ha perdido porque la gente joven no tiene mucho interés en recuperarlo y porque en Madrid ya hay mucha gente de todas partes».

Misa, procesión, ball pagès y orelletes

Lo que para los visitantes del Imserso era todo una gran novedad para los habitantes de la isla es ya rutina. El día grande de Santa Eulària se celebró prácticamente igual que lleva haciéndose desde hace años.

El obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, ofició una misa de casi hora y media en la que recordó la figura de Santa Eulària poniéndola como ejemplo a seguir para todos los presentes; la procesión compuesta por ocho imágenes, la última la patrona, discurrió con normalidad por los alrededores del Puig de Missa; los balladors y sonadors de Sa Colla de Es Broll se lucieron ante el numeroso público y los obreros de la parroquia invitaron, a vi pagès y bunyols en amplias cantidades.

Tal vez lo único diferente ayer en el Puig de Missa con respecto al año pasado fue la amplia representación política que acudió hasta allí ya que estamos casi en precampaña electoral. Junto a Vicent Marí, alcalde de Santa Eulària, y toda su corporación municipal, estaban los habituales en estas lides como el senador del PP Santi Marí o el director insular de Turisme, Vicent Torres, Benet, y junto a ellos el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres; la vicepresidenta segunda del Consell, Marta Díaz; el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet; el de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, y delegaciones de Ibiza y Sant Antoni encabezadas por los concejales Elena López, Pep Tur y Antonio Lorenzo Bustamante, respectivamente. También se dejaron ver representantes de Podemos como Gianandrea Di Terlizi o Gloria Santiago.