Imagen de la fachada del Consell d’Eivissa sin el cartel que daba la bienvenida a los refugiados.

El Consell d’Eivissa ha sustituido la pancarta de ‘Refugees Welcome’ que estaba colgada en la fachada de la institución por un cartel del Día Mundial contra el Cáncer. Según explicaron, la pancarta llevaba allí desde el año 2015 y ya se encontraba «sucia y deteriorada».

De este modo, y aprovechando la celebración el pasado 4 de febrero del Día Mundial contra el Cáncer, se hizo el cambio «como reconocimiento simbólico a las personas que padecen esta enfermedad», señalaron desde el Consell.

Sin embargo, muchos ciudadanos acusan a la institución de no haber hecho nada en favor de los refugiados, «más que colgar el letrero». Las críticas se acentuaron el pasado mes de junio cuando la institución hizo pública la disposición de todas sus administraciones para ofrecer la ayuda «que fuese necesaria» para cooperar en la atención de los refugiados procedentes del barco Aquarius.

En este sentido, el presidente Vicent Torres dijo que «Ibiza es una isla solidaria y tenemos que estar al lado de los que sufren». Por ello, señaló que «tenemos la obligación y la responsabilidad de ayudar a estas personas», aunque reconocieron no saber el tipo de actuaciones que tendrían que llevar a cabo en caso de que llegaran refugiados a la isla.
Otro ejemplo se dio en diciembre cuando llegaron cinco pateras en dos días con más de 50 argelinos a bordo. Esta situación puso de manifiesto la falta de recursos que hay en la isla en lo que a servicios sociales se refiere.

Un ejemplo de ello es el retraso del centro de baja exigencia de es Gorg, que se encuentra bloqueado. «El segundo convenio está a las puertas, lo que facilitaría a Vila poder comenzar las obras. Eso es lo que estamos intentando acabar y esperamos que se firme antes de que se acabe la legislatura», reiteró Lydia Jurado, consellera insular de Benestar Social, hace ya dos meses. De momento, desde la institución confirmaron que no hay novedades.

Menores
Por otra parte, de los más de 50 inmigrantes que llegaron a Ibiza, nueve eran menores. De ellos, cinco fueron trasladados a Mallorca y, según informaron desde el Consell, llevan una vida «completamente normalizada» en un centro de protección de menores gestionado por el Institut Mallorquí d’Assumptes Socials (IMAS). Se encuentran en una situación de acogimiento residencial.

Además, indicaron que se les está haciendo un seguimiento desde el Servicio de Menores del Consell, de manera que «estamos informados regularmente de su situación y evolución». Los otros cuatro menores permanecen en el centro Padre Morey de Ibiza.