Mesa en un colegio electoral de Balears durante unas pasadas elecciones.

Los partidos de Balears se preparan para una larga campaña electoral en dos fases, primero las generales del 28 de abril y luego las autonómicas del 26 de mayo. Todos plantean una suerte de campaña en dos vueltas.

Los partidos estatales miran a Madrid y lo primero que tienen que definir son sus candidaturas. En el PSIB se da por hecho que la lista al Congreso será muy parecida y únicamente se plantea alguna duda sobre el ‘número 3‘.

En el PP, la buena sintonía de Margalida Prohens con Pablo Casado da a entender que podría ser la candidata. Sin embargo, Company no está por la labor y tendrá la última palabra. C’s ha anunciado primarias, pero se concretarán el lunes.

El PSIB, a la espera de la reunión que –el martes– mantendrá su secretaria de Organización, Silvana González, en la sede del PSOE, tiene clara su estrategia: colaborar con la movilización que necesita el PSIB «para ganara a las tres derechas». Apelará al ‘voto útil’. «Tenemos la maquinaria lista», dijo el diputado Pere Joan Pons. Explicó que aunque no se ha decidido la candidatura, él está a disposición del partido.

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Los socialistas lograron dos escaños al Congreso en 2016 pero ahora aspiran a tres, además de recuperar el escaño por Mallorca que le ganó Podemos.

Ni el PSIB ni la presidenta Armengol, que desmintió que estuviera pensando en adelantar las autonómicas, esperan que la no aprobación del REB se interfiera en la convocatoria siguiente, las autonómicas de mayo, ni que le pase factura. Podemos es el único partido que tiene decididos sus principales candidatos para las generales. Este sábado se reúne para definir estrategias.

Actúa, el partido de Llamazares, quiere presentarse a las generales. Ha ofrecido a Eberhard Grosske ser su cabeza de lista aunque éste se resiste. Quien sí tiene un nombre es Vox. Encabezará la lista Antonio Salvà, padre de uno de los guardias civiles asesinados por ETA en Calvià.

Més lanzó la posibilidad de constituir una plataforma al Congreso y que toda la izquierda se presentase unida al Senado. El PI quiere un confluencia de partidos ‘balearistas’, algo que se antoja difícil en ambos casos.