Un centenar de personas se concentra en apoyo al docente que se disfrazar para impartir castellano. | MARCELO SASTRE

La Associació de Docents d’Eivissa (FAPA), la Associació de Mares i Pares de Can Raspalls, el Consell Escolar Insular d’Eivissa (CEIE) y las asociaciones de directores de Primaria y Secundaria de Ibiza se han adherido hoy a un manifiesto para defender al profesor de Can Raspalls de Sant Jordi que se disfrazaba para enseñar castellano a sus alumnos, tras la denuncia previa de una de las madres a Inspección Educativa al considerar que «estaba ridiculizando la lengua española».

Desde entonces, otros padres han presentado varias quejas ante la dirección del centro por la caracterización de Godofredo, el docente que se pone gafas sin cristales, camisa y corbata solo en las clases de Lengua Castellana, al parecer, desde hace tres años. Ante lo que consideran un «nulo rigor periodístico» por parte del rotativo que publicó el hecho, El Mundo, la comunidad educativa, presente ayer en el Parque Reina Sofía, presentó un manifiesto en defensa del docente, ya que desde entonces, aseguran «que los ataques no han cesado».

Los profesores presentes aseguraron que es un «recurso pedagógico habitual empleado cuando un profesor quiere cambiar la lengua con la que habitualmente se dirige a los alumnos». Asimismo, recordaron «todo el trabajo que hacen para desarrollar al máximo las competencias lingüísticas de los alumnos y a todos aquellos padres y madres preocupados por el conocimiento de la lengua castellana por parte de sus hijos» que, «según la última encuesta de usos lingüísticos, el de la lengua catalana ha bajado un 8 por ciento en diez años. Los alumnos de Ibiza sacan mejores notas en Lengua Castellana que en Lengua Catalana y que en la prueba PISA obtienen resultados en comprensión lectora dentro de la media estatal», detalla el texto.

La redacción del manifiesto, al que también se han sumado la Assemblea de 0-3 anys d’Eivissa y la Junta de Personal Docent no Universitari d’Eivissa i Formentera, explica también que la metodología de «emplear un alter ego como referente lingüístico es habitual en comunidades bilingües para que los alumnos sepan cuándo dirigirse la profesor en un idioma u otro» y clama para que deje de usarse «la educación como arma política, desprestigiando el trabajo de centros y docentes, y fomentando el odio».