Sant Antoni. Notes per a la historia se trata de un ensayo en el que Torres, portmanyí de pro puesto que nació en el pueblo en 1957, hace un extenso repaso a toda la historia del municipio a través de textos, documentación y una amplia colección de fotografías. Algo que el mismo alcalde de Sant Antoni, Pep Tur, Cires, reconoce en la presentación de la obra. «Es de justicia reconocer la labor por preservar nuestra historia y nuestra memoria que lleva a cabo Marià Torres Torres, una labor con la que también refuerza la conciencia colectiva, el sentimiento de pertenencia y la estima por el territorio de todos los portmanyins y que fundamental para garantizar el futuro de Sant Antoni de Portmany», es el primer párrafo que se puede leer en el libro tras el índice.
«En base a su evolución histórica»
Según explica Sebastià Serra i Busquets en su prólogo, para contar la historia del pueblo el autor «ha seguido un esquema en base a a su evolución histórica».
El primer bloque nos remite a los primeros pobladores de Portmany, en la épocas púnico-romanas, con los primeros cristianos de la época paleocristiana o con los musulmanes antes de la conquista catalana de 1235.
Después en el segundo bloque, que va desde el siglo XIII al XVIII, Torres establece grandes bloques temáticos. En La gent de Portmany «presenta la singularidad de la población del pueblo relacionándolo con la evolución económica, social, política y cultural»; en L’esglesia de Portmany «especifica la construcción del templo en 1305 con una función defensiva y sus variaciones a lo largo de los siglos»; en L’organització de la defensa del Quartó «nos permite ver la relación y la ubicación de las 14 torres que había en todo el territorio»; y en Antigues festes a Portmany «conocemos de primera mano como se celebraba Navidad, Pasqua, las fiestas del verano o la restitución del Santísimo Sacramento en la iglesia de Portmany en 1664 y la que se hizo con motivo de la visita de Manuel Abad y Lasierra en 1784».
Por su parte, Serra i Busquets también destaca los episodios dedicados a los siglos XVIII y XIX. En el primero «nos indica la importancia de la época de la ilustración, haciendo una relación de la creación de las parroquias, una visión de las mejoras de la agricultura y un interesante apartado de los molinos de Portmany». En el segundo, «el autor pone de relieve la división de la propiedad, la construcción del puerto, los faros de Sa Conillera y Ses Coves Blanques, testimonios de fareros o los avances en las infraestructuras».
Con respecto al siglo XX, Marià Torres Torres también lo divide en cuatro bloques: La Segunda República, la Guerra Civil, la Postguerra y finalmente Societat i cultura entre els anys setanta i fi de segle.
En los dos últimos apartados además el autor complementa la información con profusión de imágenes que según el profesor de la UIB «permite visualizar la evolución de Sant Antoni de Portmany» y que son el fruto de mucho tiempo de búsqueda «a través de archivos, bibliotecas y consultas a muchas personas o asociaciones». Algo que hace, según el prologuista «que a lo largo de la obra se refleje a la perfección la pasión que siente el autor por la investigación».
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