Imagen del enome plástico, con una longitud de 50 metros.

Los alumnos de los colegios Buscastell, Santa Agnès y Sant Mateu que están participando esta semana en la Setmana del Mar del Nàutic de Sant Antoni han vivido dos momentos muy especiales. Por un lado, un espectacular avistamiento de delfines y, por el otro, la retirada de un plástico «enorme» del mar, «que habría generado una grave contaminación», explicaron ayer desde el Nàutic. «El ‘mazacote’ de plástico, que es una sola piez de unos 50 metros de largo, desenvuelta casi en su totalidad, apareció ayer a la altura de Caló des Moro cuando la expedición se dirigía en barco, como todos los jueves si hace buen tiempo, al Aquàrium de Cap Blanc», relataron ayer. Al ver este plástico, monitores y escolares se preguntaron «quién ha podido ser el irresponsable que ha permitido que semejante cantidad de plástico caiga al mar, sin dar aviso a nadie para retirarlo». Los alumnos de los tres centros educativos tomaron así conciencia del grave problema que supone para el medio ambiente e, incluso, para la seguridad en la navegación el hecho de arrojar plásticos al mar.

Tras el avistamiento, un equipo del Nàutic se desplazó con otra embarcación para recuperar «paso a paso el plástico, llevarlo a puerto y reciclarlo en su contenedor correspondiente». Por un lado, un espectacular avistamiento de delfines y, por el otro, la retirada de un plástico «enorme» del mar, «que habría generado una grave contaminación», explicaron ayer desde el Nàutic. «El ‘mazacote’ de plástico, que es una sola piez de unos 50 metros de largo, desenvuelta casi en su totalidad, apareció ayer a la altura de Caló des Moro cuando la expedición se dirigía en barco, como todos los jueves si hace buen tiempo, al Aquàrium de Cap Blanc», relataron ayer. Al ver este plástico, monitores y escolares se preguntaron «quién ha podido ser el irresponsable que ha permitido que semejante cantidad de plástico caiga al mar, sin dar aviso a nadie para retirarlo». Los alumnos de los tres centros educativos tomaron así conciencia del grave problema que supone para el medio ambiente e, incluso, para la seguridad en la navegación el hecho de arrojar plásticos al mar.

Tras el avistamiento, un equipo del Nàutic se desplazó con otra embarcación para recuperar «paso a paso el plástico, llevarlo a puerto y reciclarlo en su contenedor correspondiente».