Un hombre observa la pantalla de información de la zona de andenes subterránea en la estación intermodal del Cetis. Foto: DANIEL ESPINOSA | DANIEL ESPINOSA

La estación intermodal del Cetis empezó a operar ayer como cabecera y final de la mayoría de líneas de autobús regular de la isla. Un cambio que pilló por sorpresa a muchos usuarios, que desconocían su puesta en marcha.

El Consell Insular y el Ayuntamiento de Vila informaron a través de los medios de comunicación de la reapertura de la estación y se pusieron anuncios en la prensa local el sábado y el domingo. Sin embargo ayer entre los usuarios era habitual escuchar quejas por falta de una campaña informativa de una duración e impacto suficientes.

La subida al autobús en Vila fue uno de los aspectos que más confusión produjo. Algunos usuarios no sabían si tenían que ir directamente al Cetis o podían esperar en su parada habitual. Desde la empresa gestora de la estación indicaron que en todas las paradas que siguen operativas se pueden cargar y descargar pasajeros. Sin embargo concretaron que el primer autobús de la jornada de todas las líneas saldrá del Cetis, por lo que ese no pasará por las demás paradas de Vila. El suplemento de 10 céntimos de los billetes sencillos se aplicará en todas las paradas de la ciudad como si fueran una única parada.

Información que llega tarde

En la parada de autobuses de la avenida Isidor Macabich, frente a los nuevos juzgados, estaba desde primera hora Toni Cardona, informador de la empresa de transporte Sagalés. Indicaba que las consultas eran continuas y que eran muchos los usuarios que le manifestaban su desconocimiento de la puesta en marcha del Cetis como estación intermodal. Esa falta de información provocó en varios casos la perdida del autobús, explicaba. Los viajeros eran puntuales a la hora de llegar a la antigua parada pero se encontraban que el autobús de línea ya había pasado. A la hora a la que ellos llegaban a la parada de Isidor Macabich, su autobús estaba saliendo del Cetis.

Entre las afectadas por desconocimiento estaba Nieves Planells, que tras hablar con el informador se apresuraba con una maleta de grandes dimensiones hacia la parada de taxis. Tenía que coger el autobús de la línea 10 al aeropuerto para embarcar en el vuelo a Barcelona de las 11:00. Eran las 8:55, Planells había sido prudente y seguramente llegó a tiempo. Sin embargo estaba enfadada. «No puede ser que se cambien las cosas así, de un día para otro sin ni siquiera poner carteles», decía antes de disculparse por las prisas y dirigirse a la parada de taxis del parque de la Paz. Mientras tanto en la parada otra chica italiana calificaba la situación de «flipante» mientras llamaba por teléfono para avisar de que llegaría tarde al trabajo.

Las que sí se habían enterado a través de la prensa eran Cati y Liliana, que venían de compras desde Sant Antoni. Al ver el anuncio lo pasaron a través de la aplicación móvil WhatsApp a sus conocidos. Ambas coincidían, sin embargo en que se tenía que haber colocado algún anuncio en las marquesinas. Sobre las 10:30 empezaban a pegar los carteles que anunciaban el cambio.

Un poco más adelante, en la misma avenida, los operarios de Ibiza Publicidad, empresa encargada de las marquesinas de los autobuses, retiraba aquellas que ya no se van a utilizar. Tenían el encargo de trasladar las marquesinas a la parada que hay frente a los juzgados. Se debían desmontar ayer para reinstalarlas esta semana. La interacción de los operarios a lo largo de la mañana también fue constante con usuarios de autobús que se encontraban al llegar a su parada habitual con que la estaban desmontando ante sus ojos.

En el Cetis esperaban el autobús Quincy y Thomas. Habían perdido el autobús que cogen dos veces por semana para ir a Sant Antoni. Para Quincy es incomprensible que no se haya hecho una campaña para avisar de un cambio así, por lo menos, con un mes de antelación. «Así se haría en Inglaterra, de donde soy yo». Para ellos la situación era «caótica» entre los usuarios por la falta de información.

Algunos usuarios también lamentaban en la estación que se hubieran retirado los bancos que había en la zona de los andenes subterráneos para poder esperar sentados ahí mismo.

Coordinación en el transporte

Ana Sagalés, directora de la sociedad gestora del Cetis y de la empresa de transporte Sagalés, explicaba que el aspecto informativo corría a cargo del Consell, si bien se habían puesto 2 informadores en el Cetis y otras 3 personas para informar en las paradas.

Como responsable de la empresa que gestiona la estación indicó que no había constancia hasta mediodía de ningún incidente y que la transición había transcurrido con normalidad en cuanto a las líneas de autobús.

A la estación también se desplazaron miembros del Ayuntamiento de Vila y del Consell para conocer el funcionamiento de la primera jornada. El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, se mostró muy agradecido con «toda la gente que ha trabajado», sin que se le vea, en la apertura de la estación e indicó que era «un día para celebrar, con contención». Asímismo agradeció la «paciencia» de los vecinos de la avenida Isidor Macabich que han esperado este cambio durante estos últimos años.

Ruiz señaló que la apertura del Cetis es la piedra angular de un cambio del transporte en la isla. «Tenemos una isla pequeña y una ciudad pequeña en la que el transporte público debe ser predominante, y ahora mismo no lo es», señaló. También el presidente del Consell, Vicent Torres, indicó que para la institución que representa era «un día de mucha satisfacción en el que se mejoran los servicios para todos los ciudadanos».