El primer encuentro de expresión corporal entre escuelas reúne a 180 alumnos en Sant Josep

«Es uno de los bloques de contenido del curso», explicaba Victor Torres, profesor de Educación Física del Ceip S’Olivera. Pero en vez de hacerlo en el patio del colegio esta vez se trasladaron al campo de fútbol de Sant Josep y ‘estudiaron’ con compañeros de otras escuelas.

«La expresión corporal es algo que beneficia mucho a los niños de estas edades -entre 8 y 9 años- tanto a nivel emocional, corporal como a nivel grupal», señalaba el profesor. «Se hace poco y deberíamos practicarlo cada día», comentaba.

Cada centro llevaba preparada una actividad que ya habían organizado en clase. «La idea es que los niños vayan rotando y que todos prueben los distintos ejercicios. Además, se ha preparado a los alumnos para que sean ellos mismos los monitores», comentaba Víctor.

El campo de Sant Josep se convertía en un campamento de ejercicios con distintas estaciones: aerosport, danza robots, yoga, zip y hasta masajes con pelotas de tenis.
«Me encanta hacer esto. Es muy divertido, como estar en el patio», decía Judit, del Ceip S’Urgell. «Aunque la actividad sea difícil puede ser divertido si la haces con los amigos. Da igual que te cueste, es un reto y no hay que rendirse. Hay que pasárselo bien», comentaba esta alumna.

«A la vez que juegas, aprendes. Y son cosas que no haces en el cole», señalaba Uma, del Ceip San Mateu. «Lo que más me gusta son las actividades en grupo. Aprendemos a ayudarnos, a compartir y a hacer equipo», añadía.

Una sirena hacía de señal para cambiar de actividad. También para que los monitores rotaran. Los más de cien escolares hacían deporte organizadamente bajo la supervisión de sus profesores.

Había a quien le gustaba más meterse en el papel de monitor y quien prefería seguir en su estatus de alumno.

Lucas, del Ceip L’Urgell, era el monitor encargado de la actividad de aerosport. «A mí me gusta estar de profe», admitía. «Les explico en qué consiste la actividad, que es hacer figuras con el cuerpo humano y mantener la postura unos tres segundos. Hay que estar muy pendiente de todos y corregirles si lo hacen mal», explicaba. Además, él mismo aconsejaba a sus compañeros qué postura podían probar dependiendo de su complexión corporal.

Otra compañera, comentaba que ella prefería ser alumna todo el rato porque lo que le gusta es aprender. Y así pasaron la mañana, aprendiendo entre música, risas y ejercicio.

Era la primera vez que se celebraba un encuentro de este tipo en la isla, aunque la intención es que no sea el último. Los profesores de estos centros aseguraron estar «animados a repetir la iniciativa».