Los representantes de PSOE, Podem, Ciudadanos y PP hablaron ayer del agua, Formentera y del Consell. | DANIEL ESPINOSA

El cupo diario para los vehículos ibicencos de 220 coches y 20 motos fijado por Formentera conforme a las competencias que le otorga la nueva Ley para la sostenibilidad medioambiental y económica de Formentera, centró el tercer bloque del Bona Nit Pitiüses de anoche.

Frente a las consideraciones de los representantes del PSOE, Podem y Ciudadanos, que valoraron el cupo como suficiente y que en todo caso se debería valorar tras la temporada estival, el representante del PP, Álex Minchiotti, indicó que no se debía haber establecido un cupo para este verano, sino que «se debía haber negociado» con más «serenidad este tema» para que «estuviera garantizada la libre movilidad de los residentes» de Ibiza.

El representantes del PSOE, el diputado balear socialista, Enric Casanova, defendió esta medida como parte del articulado de la Ley. «Ibiza y Formentera son dos islas que tienen una relación humana importante, por lo que se fijaba este cupo específico», recordó, y valoró el cupo como «más que suficiente», si bien apostilló que faltará ver qué pasará este verano.

El hecho de que este proyecto «haya sido fruto del consenso» fue sobre lo que puso poner el acento el portavoz de Podem, Gianandrea di Terlizzi. «Allí se han sentado para llegar a este acuerdo todos los partidos y representantes de la sociedad formenterense [...] por lo que aquí lo debemos respetar mucho».

Desde Ciudadanos, su portavoz, Javier Torres, reconoció que a su parecer era «una buena medida», dado que Formentera es una isla muy pequeña que está muy masificada. Sin embargo recalcó que se debe trabajar en facilitar la movilidad tanto a los residentes como a los turistas a través de una red de transporte público adecuada.

Otro de los temas que se puso sobre la mesa para los distintos representantes políticos fue la gestión del agua en la isla.

Política del agua

Desde el partido socialista se defendió el trabajo «muchas veces invisible» que se había hecho en materia de agua en la isla a través de la puesta de la interconexión de la red de desaladoras, por lo que «se asegura que pueda llegar agua desalada a todos compensando y regulando el flujo de agua».

Por su parte el portavoz de Podem indicó que se había alcanzado un hito en el año 2017 cuando «por primera vez en la historia el consumo de agua desalada fue superior al consumo de agua de pozo». Indicó que se debía trabajar para mejorar ese porcentaje y alcanzar el «90% de consumo de agua desalada y dejar los acuíferos que descansen completamente».

Di Terlizzi indicó que en su partido el agua es «un tema primordial» y anunció que si Podem gobierna «al final de la legislatura habrá agua que se pueda beber en todos los grifos de la isla».

Una medida que desde Podem se considera indispensable, dado que la compra de agua «supone un gasto enorme para las familias y la importación de una gran cantidad de plástico».

Otras medidas que indicó que se debían tomar para seguir avanzando en materia de agua fueron: mejorar la red de distribución, municipalizar las partes que están en manos privados y conectar toda la red al agua desalada y mejorar toda la red de depuración «de forma que sea al menos terciaria y se pueda reaprovechar hasta la última gota de agua en el riego de jardines y la limpieza de calles».

Los avances planteados por los partidos que gobiernan en el Consell no se veían tan claros desde Ciudadanos y el PP. Torres indicó que el problema del agua seguía prácticamente igual y que según en que lugares de la isla «se deben cambiar algunos electrodomésticos cada dos años», e indicó que las infraestructuras se había actuado de un modo que «no es adecuado».

Para Minchiotti falta mucho trabajo por hacer y se están ejecutando muchas inversiones que vienen de gobiernos anteriores y valoró que no hay muchas ganas de hacer inversiones nuevas y recordó que sigue habiendo muchas deficiencias en la red de saneamiento.

Unos comentarios que suscitaron la réplica de Casanova que indicó que «queda trabajo por hacer», pero «la gente ahora tiene agua buena» en toda la isla, algo que evidencia todo el trabajo que se había hecho. Para Minchiotti lo comentarios del PP venían desde la mala fe, y por parte de Ciudadanos desde el absoluto desconocimiento.

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