Las alumnas midieron toda la plaza para levantar un plano detallado del entorno con el que tendrán que trabajar en este proyecto.

El pasado miércoles unas chicas tomaban medidas de la plaza de la Constitución, donde se levanta el Mercat Vell de Vila. Iban anotando lo que medía la plaza, el ancho entre columnas del mercado, la distancia entre los puestos. Con los datos iban a hacer un levantamiento de planos general de la plaza. ¿El motivo? Remodelar y plantear nuevos usos para esta plaza del barrio de la Marina con el objetivo de devolverla a la vida.

Se trata del proyecto de final de curso que les ha propuesto a sus 7 estudiantes Paula Serra, profesora del ciclo formativo superior en Amueblamiento (diseño de interiores) de la Escola d’Art d’Eivissa. «La idea es darle un nuevo uso a una plaza pública para hacerla atractiva todo el año», explicaba Serra, «de modo que vuelva a haber vida en un barrio que se muere».

Los proyectos no implica necesariamente dejar de lado la actividad comercial, pero la mayoría de los proyectos suponen el cambio de los usos del Mercat Vell. «Hay una alumna que ha propuesto una sala polivalente para albergar conciertos, exposiciones o cine al aire libre; otra tiene pensado diseñar una sede para la feria de moda Adlib, también han planteado una biblioteca con espacios comunes al aire libre», explica la profesora.

Si bien Serra aclara que se trata de un proyecto educativo totalmente ficticio, dado que los usos del mercado están establecidos normativamente, considera que los proyectos de las alumnas sí podrían plantear ideas interesantes.

Una vez finalizado el proyecto deberán presentar planos, ilustraciones, memoria técnica y memoria escrita. «La idea es que lo presenten a final de curso como si se lo estuvieran proponiendo a una empresa. Siempre busco que las actividades de clase tengan una aplicación a la vida real».

Los proyectos

Las alumnas empezaron esta semana a diseñar sus bocetos e idear sus proyectos a partir de los planos levantados. Dedicaron una jornada a la toma de medidas y otra a tomar apuntes del edificio en sus blogs de dibujo en la propia plaza.

A Sara Cardona ya le rondaba su proyecto en la cabeza. Le cambiará totalmente el uso al mercado que se convertirá en un espacio polivalente para actividades culturales.

Todavía no tenía claro como iba a ser el proyecto pero su intención es basarse en la estética Archigram, creada por unos arquitectos en los años 60 a través de proyectos hipotéticos de un aspecto futurista y tecnológico, que se quedó simplemente en el papel a través de revistas underground. «La idea es integrar el pasado, el presente y el futuro mediante este concepto», explicaba.

También sabía lo que quería hacer Valeria Teri: convertirlo en un espacio que sirva para albergar todo tipo de ferias. Ilustrará el proyecto a través de una feria gastronómica. No tiene clara la estructura, pero buscará que se integre bien con la edificación neoclásica del mercado.

La Escola d’Art

Teri es uruguaya, llegó a Ibiza hace siete años donde empezó a trabajar de camarera. Decidió que quería hacer algo más y encontró por casualidad la oferta de grados superiores de la Escola d’Art. Indica que le extraña que no se conozca más esta escuela, dado que cuando preguntó por algún centro de este tipo nadie le supo informar sobre él.

La profesora también se queja de que se les hace poca promoción y que mucha gente desconoce la variedad de grados medios y superiores que ofrece la escuela. Muchos sencillamente la conocen por el bachillerato de arte, sin embargo en la Escola d’Art se pueden estudiar los grados medios de forja artística y asistente de producto gráfico impreso; y los grados superiores de diseño de interiores, modelismo de indumentaria y ebanistería artística. «Sé de muchos alumnos que se van a Barcelona o Valencia para estudiar estos grados cuando en Ibiza existe esa formación a un nivel igual o superior».