El vehículo se ha incendiado por causas que se desconocen

«Ha sido todo muy rápido. En cuestión de segundos ha prendido todo el vehículo y mira cómo ha quedado». Con tono apesadumbrado y mirando cómo las llamas consumían los últimos restos de su vehículo, Antonio relataba la experiencia sufrida a media mañana de ayer en la rotonda de Juan XXIII, en Vila.

Los hechos se desencadenaron en torno a las 11.00 horas, cuando el motocarro que conducía empezó a arder y se convertía en una bola de fuego. «Iba a Puig d’en Valls a ver a un amigo y al hacer la rotonda ha empezado a encenderse y no me ha dado tiempo a nada. He saltado, he intentado buscar algo para apagarlo pero era imparable», señaló a escasos diez metros del punto donde los bomberos apagaban los últimos puntos calientes en el amasijo de restos al que quedó reducido el vehículo.

Al hombre le dio tiempo a retirar el vehículo y pararlo encima de la acera junto a la nueva pista de BMX. En ese punto el vehículo quedó reducido a la mínima expresión en cuestión de diez minutos, ante la mirada curiosa de peatones y conductores que transitaban a esa hora por la entrada de Vila.

Hasta el escenario del incendio se movilizaron dos patrullas de la Policía Local, que cortaron provisionalmente el carril de salida de la ciudad durante unos 30 minutos. Poco después llegó una dotación de bomberos y agentes de la Policía Nacional.

Los bomberos se encargaron de sofocar y extinguir las últimas llamas. Una vez apagado, los operarios de Xàrxia Viària fueron los encargados de retirar los restos calcinados del motocarro.

El sobresalto para el conductor llevó además aparejado una denuncia, ya que los agentes comprobaron que circulaba sin el seguro obligatorio.