Gonzalo Juan, conseller de Medi Ambient, aún no sabe dónde irán las cabras en caso de que se las saque con vida.

No puede haber ni una sola cabra en es Vedrà. Esa es la opinión que tiene Gonzalo Juan, conseller de Medi Ambient del Consell d’Eivissa, ante la situación que sufre la flora endémica del islote. Esta afirmación llega días después de que Podemos -socio de gobierno- acusara a Més per Mallorca de no aceptar propuestas para sacar vivas a los ejemplares que habitan en es Vedrà.

Según dijo, no quiso hacer declaraciones en ese momento «por no echar más leña al fuego». Sin embargo, no quiso posicionarse y alegó que «es competencia del Govern y tiene que haber máximo respeto a lo que digan los técnicos» porque, a juicio de Juan, «no tienen ningún interés en matarlas».

Estas palabras difieren de la percepción que tuvo tanto la empresa Tracani como los expertos del departamento de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Para ellos, todo indica a que la única opción para sacar a las cabras del islote es repitiendo la actuación de 2016.

«Esto lo hablé con un funcionario del Consell d’Eivissa, que estuvo allí, y me dijo que no; que simplemente los del Govern defendían su postura y cuando acabó la visita se sacaron todos una foto en la que salían muy sonrientes», explicó el conseller de Medi Ambient. Aún así, reconoció que «puede que hubiera algún momento de tensión porque los funcionarios [del Govern] tienen muy claro lo que hicieron en su día y lo defendieron».

Información no oficial
El Consell d’Eivissa no tiene competencias para actuar con las cabras del islote, pero quiere evitar que se repita el episodio de la matanza; motivo que ha hecho que lleven meses buscando alternativas. «Hemos presentado una propuesta que tienen que valorar después de ‘recoger’ la sensibilidad de las asociaciones animalistas, trasladarla a Mallorca y defenderla», matizó el conseller.

Dicha propuesta tenía que haberse presentado de forma oficial al Govern dentro de un plazo estimado, pero lo primero no se cumplió. «No se mandó de forma oficial porque no estaba aquí y desde el departamento, sin que yo lo autorizara, no lo mandaron», justificó.
Lo que sí que se hizo fue envíar la propuesta por correo electrónico. «Ellos reclamaban hacer un registro de salida de aquí, pero se les adelantó toda la información por correo electrónico», recordó.

De forma oficial o no, Juan mantiene contacto con Vicenç Vidal, conseller balear de Medi Ambient, y «hemos quedado en que estudiaremos todas las propuestas que hay y, cuando haya algo decidido, se comunicará».

Lo que está claro, a jucio del conseller ibicenco, es que la solución tienes que ser «siempre técnica» y tiene que tomarse lo antes posible. «Tiene que solucionarse pronto porque es un problema que las cabras anden por allí», añadió. En este sentido, indicó que para iniciar cualquier tipo de actuación hace falta que se haga en época veraniega, preferiblemente en los meses de julio o agosto, «cuando el mar esté en calma y se pueda ir cuando se quiera, pero la decisión es suya».

Destino de las cabras
En cuanto a qué va a pasar con las cabras en caso de que se las saque con vida, Juan no lo tiene muy claro. «En su momento se habló de que se quedaran en es Vedrà durante la cuarentena de seis meses, pero es imposible porque el terreno es muy accidentado», aseguró. «Si se decide que se pueden sacar, terreno tendremos, yo qué sé. Los animalistas dicen que tienen dos y nosotros buscaremos», añadió.

A nivel personal, reiteró, quiere que se saquen, «pero no sé si es posible o no; el Govern estudiará la propuesta que considere más viable porque hay que valorarlo todo».
Tampoco sabe, al cien por cien, si las propuestas que se han pedido a diferentes empresas han tenido coste para la institución insular. «Yo no estaba aquí cuando se ha hecho, pero no me consta», aseveró.

Cabe recordar que la propuesta presentada por la UAB determina que el presupuesto para llevar a cabo el método de extracción sería de 31.932,86 euros, sin incluir la instalación del embarcadero ni la identificación de los animales, que se deja a criterio de la administración que tiene competencia. El Govern debe decidir ahora cómo actuar, aunque se comprometió a respetar la decisión del Consell d’Eivissa.