La Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio salió de la iglesia de Santo Domingo para procesionar por Dalt Vila. | DANIEL ESPINOSA

Un año más la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio llenó ayer por la noche de respeto y solemnidad las calles de Dalt Vila con su procesión. La cofradía más antigua de toda la isla, fundada en 1890, desfiló con su imagen titular, bautizada con el mismo nombre, por las calles de la ciudad antigua después de la misa que se celebró en su templo de referencia, la iglesia de Santo Domingo, conocida popularmente por los ibicencos como Es Convent.

En la procesión participaron cerca de medio centenar de cofrades además de los encargados de portar la imagen. Este año, en la peana se ha instalado un novedoso sistema de aire que reparte los más de 100 kilos de la imagen para que a los valientes les sea algo más llevadero el camino que les lleva desde el templo hasta el Baluard de Santa Llúcia, la calle sa Carrossa y la sede del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, para volver a su casa. Además, los cofrades que acompañaron a la imagen también estrenaron iluminación, ya que por primera vez este año se sustituyeron las antorchas por luces LED.
El recorrido, como suele ser habitual, estuvo cargada de momentos emotivos, respeto y un sobrecogedor silencio que sólo rompía la música que marcaban los miembros de la Banda de tambores y cornetas de la cofradía.

Tras la procesión de ayer y a la espera del Viernes Santo, cuando las imágenes de la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio esperan pacientemente en Santo Domingo a las que bajan de la Catedral para unirse a la marcha, estos mismos cofrades participarán el Jueves Santo en una procesión que se celebrará a partir de las 18.30 horas en Sant Llorenç.