El director de Ibiza Gran Hotel valora que haya competencia porque le da mayor potencial a la isla. | DANIEL ESPINOSA

Ibiza Gran Hotel abrió sus puertas en abril de 2008 y en 2015 se convirtió en el primer hotel cinco estrellas Gran Lujo de las Pitiüses. Para su director Raúl Sierra, el éxito del establecimiento reside en la pasión que ponen los trabajadores en su trabajo que influye, directamente, en el crecimiento en un 18 % en comparación con el ejercicio anterior.

¿Cómo surge el Ibiza Gran Hotel?
— La historia de este hotel empezó antes del año 2000, concretamente en 1998, porque la propiedad en aquel momento del Casino de Ibiza, que es también el actual propietario, pensó que esta isla necesitaba un hotel de cinco estrellas. En ese año se empezó a preparar el proyecto de lo que sería el Ibiza Gran Hotel, que se abrió 10 años más tarde. Hubo un proceso de gestación importante.

En esos 10 años, ¿se abrieron más complejos de cinco estrellas?
— En aquella época estaba el Na Xamena, que era el hotel reconocido como el hotel de cinco estrellas y, por aquel entonces, abrieron otros. Empezó toda esta retahíla de hoteles de cinco estrellas hasta el día de hoy.

¿Esa competencia es buena?
— Por supuesto, la competencia es buena porque nos ayuda a mejorar y le da a la isla un potencial importante dentro de lo que es el turismo de lujo. Cuando hablo de turismo de lujo me refiero al verdadero, no al ficticio; no el que supone ser un cinco estrellas únicamente por el precio, sino a nivel de servicios. Entonces creo que para Ibiza esto es muy importante porque mueve toda la planta hotelera y hace que todos los hoteles se reformen y se pongan al día; no solo los de cinco estrellas porque esto va en cadena. Es fantástico.

Hay quienes critican que Ibiza es un destino caro y que la mayoría de los hoteles no son asequibles. ¿Aquí puede venir una persona de poder adquisitivo medio?
— Nosotros abrimos seis meses al año, normalmente de mediados de abril a finales de octubre, y dentro de esa temporada hay diferentes precios. Hay precios muy asequibles durante abril, mayo, días de junio, septiembre y octubre. Es un precio asequible con el servicio que damos porque siempre damos cinco estrellas gran lujo. Y eso se nota en detalles y servicios.

Ibiza Gran Hotel abrió sus puertas la semana pasada. ¿Se ha hecho algún tipo de renovación este invierno?
— Yo llevo aquí 13 años, desde antes de la apertura, y no ha habido ningún invierno tranquilo. Hemos estado todos los inviernos preparándolo y haciendo reformas. El pasado invierno hicimos la ampliación del hotel y modificamos las fachadas exteriores con 28 habitaciones nuevas. Este año, además de todas las mejoras en mantenimiento, hemos modificado nuestro Ibiza Gran Salón; un espacio de casi 400 metros cuadrados que ha sido reformado completamente para adaptarlo a las necesidades. Se estrenó el sábado con la primera boda de la temporada y fue todo un éxito. Otra de las cosas que también hemos hecho este año es subir un escalón de tres peldaños en La Gaia. Se trata de nuestro restaurante insignia dentro del establecimiento, de la mano de nuestro chef Óscar Molina, donde hemos hecho una apuesta importante por un servicio diferente dentro de la gastronomía. Dentro de esa lista de establecimientos que hay que visitar en la isla, no solo para turistas sino también para los locales, hay que venir a La Gaia para probar la gastronomía de autor.

¿La Gaia apuesta por el producto ibicenco?
— Óscar, que es catalán como yo y que lleva 12 años en la isla, apuesta mucho por el producto ibicenco. Le gusta trabajar con el pescado y la carne de aquí. Le da su matiz, lo fusiona con otras tendencias y apuesta por ello.

Hablaba antes de la ampliación de habitaciones, ¿había mucha demanda?
— El proyecto de las 28 habitaciones nació hace tres años debido a la fuerte demanda que teníamos. Al tener espacio aprovechamos para hacerlas con una nueva visión y, la verdad, estamos encantados. Eso sí, ya no quiero más habitaciones. Tenemos en total 189 habitaciones y para dar un servicio exclusivo hay que dejar una medida correcta para poder llegar a todos los detalles que queremos ofrecer a los huéspedes.

¿Con cuánta antelación hay que reservar una habitación para temporada alta?
Depende de los días de la semana. La verdad es que la tendencia en reservas los fines de semana es muy fuerte, pero siempre hay disponibilidad porque hay mucho movimiento: cancelaciones, fechas que se cambian… Dentro de la temporalidad, que se está moviendo hacia el mes de junio, creo que es fácil encontrar habitación. Además, después de manejar este hotel durante 12 años, he visto que el mes de agosto ha dejado de ser el mes de agosto y hay mucha tendencia a reservar los fines de semana de junio.

¿En datos generales?
— El cómputo de todo el año es favorable, pero a partir del 15 de agosto parece que la isla se va aflojando un poquito. Luego viene septiembre con otro tipo de turismo y vuelve a haber una subida. Es un respirito dentro de la temporada.

¿De dónde procede el turista que se aloja en el Ibiza Gran Hotel?
— El turismo español, su mercado emisor es Reino Unido; en Baleares el mercado número uno es Reino Unido; en Ibiza también es el Reino Unido. Por tanto, en el Ibiza Gran Hotel el cliente número uno es Reino Unido, aunque la tendencia actualmente nos dice que estamos creciendo en el mercado norteamericano; un crecimiento de dos dígitos por temporada, eso es importante, y a eso se une el mercado español, francés, italiano y el alemán, que hay años que baja y años que sube, está fluctuante.

Noticia positiva entonces el retraso del Brexit hasta finales de octubre.
— ¡Qué alegría! La verdad es que la incertidumbre hace que los mercados se paralicen y, también, que los turistas británicos también se lo piensen porque se preguntan qué va a pasar, si van a tener que pasar una frontera y pagar por ello. Ahora nos estamos encontrando con que el turista británico está reservando más tarde y esperamos que con esta noticia se empiecen a disparar las reservas. Esperemos que se solucione, pero seguramente llegará el segundo traje hecho a medida para Reino Unido.

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En cuanto a reservas, ¿cuáles son las perspectivas para esta temporada?
— La verdad es que hemos crecido en el porcentaje de reservas, a día de hoy, comparado con el año pasado en un 18 % más. Eso es bueno y, además, se distribuyen a lo largo de la temporada. Nuestras previsiones pasan por cumplir con el objetivo marcado; por tanto, hay que ser muy pacientes porque este año las reservas van a llegar tarde.

¿Cuántas personas trabajan aquí?
— En el Ibiza Gran Hotel, que está compuesto por el establecimiento hotelero, La Gaia y el Open Spa, tiene a 267 personas asignadas en plena temporada. Una gran fuente de recursos y, sobre todo, humanos con recursos que es lo que necesitamos para dar un servicio cinco estrellas.

Justamente ahora hay muchos empresarios que dicen que están encontrando dificultades para poder completar la plantilla con personal cualificado. ¿Cuál es el motivo?
— Es cierto. La isla tiene otros problemas como el de la vivienda, principalmente, y las personas que vienen a trabajar aquí vienen a hacer la temporada, recordemos que son temporeros, y vienen a ganarse su dinero. Entonces, si las viviendas son caras, tenemos un problema. Hay muchas viviendas que se han ido legal o alegalmente al mundo turístico y esto lo dificulta. Hay mucha carencia de profesionales. En nuestro caso, en nuestro proceso de selección buscamos talento y diamantes en bruto para pulirlos y que luego pasen a formar parte de la plantilla. Invertimos mucho en formación, que es uno de los factores fundamentales para mantener el nivel de servicio. De hecho, en marzo ya empiezan muchos a incorporarse y ya, a finales de abril, está la plantilla completa.

¿Son muchos los trabajadores que repiten, año tras año, en la empresa?
— Hay muchos empleados que son repetitivos como nuestros clientes. Tenemos mucho staff que lleva muchos años con nosotros y estamos encantados. En cuanto a los clientes podemos decir que tenemos una buena base de clientes repetitivos y nuestro nivel de repetición es muy alto, sobre todo por el reconocimiento al servicio y al establecimiento. Tenemos muchos clientes que datan del año 2008 y da gusto verles, temporada tras temporada, y algunos van creciendo en familia. Y esto es lo divertido.

¿El boca a boca funciona para atraer a clientes nuevos?
— Funciona, funciona. El boca a boca es muy importante, las redes sociales son fundamentales y también todo lo que se pueda hacer a través de la web. Al final nos hemos abierto a un mundo digital que es muy importante y en el que tenemos que centrar nuestros esfuerzos comerciales.

¿Cómo es de potente el efecto que tienen las redes sociales? ¿Se nota el cambio desde la apertura del hotel?
— Son muy importantes. Nuestra vida cotidiana ha cambiado. ¿Quién no tiene WhatsApp? ¿Quién no tiene un perfil en Facebook? ¿Quién no usa Instagram? Es algo necesario y, por tanto, los hoteleros también nos hemos subido a ese carro para poder explicar todas esas experiencias que damos a disfrutar en el hotel y que el usuario puede ver desde el móvil. Hoy en día yo creo que es nuestra principal herramienta; todo lo que es digital o inmediato nos lo facilita mucho.

Abrieron hace una semana y justo coincidió con los vertidos en la playa de Talamanca. ¿Afectan este tipo de situaciones al hotel de cara al turista?
— Como usuario y como residente en la isla, lo de Talamanca cada vez me da más pena. Al final, nuestra playa, la playa de Ibiza, que esté en estas condiciones y que no se invierta en los recursos necesarios me entristece mucho. Sé que a nivel político y a nivel social se está empujando mucho, pero hay que darle un empujón de verdad.

En este sentido, ustedes están obligados a cobrar la ecotasa a sus clientes. ¿A qué cree que se debería destinar?
— Esa ecotasa, que estamos obligados a cobrar, cada vez va subiendo más y la hemos doblado en menos de dos años. Desde el punto de vista hotelero, creemos que esto es demasiado; es decir, está bien cobrar una ecotasa o quizás no, pero habría que hacer un debate profundo sobre qué nivel de ecotasa es aceptable o qué nivel de precio. Al final, nosotros aquí estamos cobrando cuatro euros por persona al día y con impuestos sube a 4,40 euros. Quizás el cliente de nuestro hotel lo acepte, pero entiendo que, en otros hoteles y para familias, este es un importe muy importantes. ¿Dónde se debe destinar? A la isla y, sobre todo, hay que tener en cuenta el reparto. Desde la patronal hotelera, y yo también lo digo desde el hotel, que desde Ibiza tenemos que hacer mucha más fuerza para que se reparta de una forma equitativa en las islas. Ibiza necesita recuperar más parte que el dinero que recibe. ¿Dónde invertirlo? En todo lo que ve el turista que llega a la isla. Yo siempre digo que en el recorrido, desde el aeropuerto hasta este hotel, hay más de 50 cosas para mejorar. Y ya no hablo de la ciudad de Ibiza que tiene que estar perfectamente preparada y pensada para el turista porque en esta isla vivimos de los turistas, no vivimos de otra cosa.

¿Alguna anécdota que recuerde?
— Hay muchas, pero, por ejemplo, personas que han olvidado lo más imprescindible de su vida dentro de una habitación y hemos tenido que buscar el servicio exprés para mandárselo a la otra punta del mundo, pero no puedo contar lo que es. También tenemos muchos personajes públicos y preservamos mucho su intimidad. Nunca desvelamos la identidad de los clientes y el personal del hotel ha firmado un documento para evitar que se filtren informaciones de personas que vienen a descansar y que debemos ser muy cuidadosos con ellos.

¿Qué es lo mejor de trabajar en este hotel?
— La pasión que tenemos todos. Yo llevo 13 años, es el único hotel de mi vida profesional en el que he estado tanto tiempo, y trabajar aquí es un lujo y un orgullo.

¿Lo peor?
— La temporalidad. Cerrar cada seis meses es muy duro. Nos encantaría tenerlo abierto todo el año y lo intentamos los dos primeros años, pero el invierno es muy duro. Poder mantener abierto un hotel de casi 190 habitaciones es muy complicado, pero trabajamos en ello. Siempre que salimos fuera vendemos Ibiza como destino, más que nuestro propio hotel.

A título personal, ¿qué significa vivir en Ibiza?
— Ya no me puedo ir. Estoy enamorado de la isla, mis hijas han nacido aquí y la isla es muy especial, me ha atrapado. Yo venía para abrir un establecimiento, ponerlo en marcha, pero después de 13 años me queda mucho recorrido en la isla y creo que Ibiza tiene muchas cosas muy especiales, muy singulares que lo hacen incomparable a otros lugares.