Patricia Abascal durante la entrevista en la sede de la FSE-PSOE en Vila. | Marcelo Sastre

La próxima senadora por Eivissa y Formentera nos recibe sonriente en la sede de la FSE-PSOE en Vila. Como se suele decir, es guanyar fa riure...

—Enhorabuena. Han conseguido que pase. Usted ha sido jefa de la campaña electoral y también de la campaña del 26-M. ¿Cómo lo han hecho?
—Presentando una campaña con ilusión, con muchas propuestas, y sobre todo mandando un mensaje de convivencia, que había que trabajar para mejorar la vida de la ciudadanía. Y con una actitud positiva en contra de otros partidos que decían que todo era un desastre y que todo iba a acabar fatal. Ya nuestro lema «La España que quieres» demostraba que queremos trabajar por este país.

—Imagino que en una campaña todo ayuda. La presencia de la ministra de Turismo, Reyes Maroto…
—Y de Pedro Sánchez…

—Una visita muy fugaz…
—Sí, pero ayudó mucho.

—Supongo que el anuncio de destinar 21 millones al Parador de Vila en plena campaña electoral también serviría de acicate…
—Sí, por supuesto que sí, pero es que esos 21 millones ya se venían trabajando. Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno y además nombró a Bel Oliver como secretaria de Estado de Turismo, ya nos pusimos a trabajar. Conseguimos llevar a la Ciotupha el proyecto nuevo y todo era cuestión de tiempo. Una vez aprobado el proyecto, se tenía que licitar y para eso había que dotar económicamente la partida y es lo que se hizo. Después de tantos años no está mal.

—Pero en campaña quedó raro, ¿no le parece?
—Eso siempre pasa y piense que la actividad del Gobierno continúa. Todos los viernes había Consejo de Ministros y en Balears a día de hoy hay Consell de Govern. No puedes parar el funcionamiento de una institución porque hay una campaña electoral. Los ciudadanos tampoco lo entenderían, pudiendo sacar cosas buenas.

—Usted ha conseguido lo que no lograron Simón Planells ni Antoni Costa. ¿En qué fallaron ellos?
—Ellos no fallaron en nada, pero la situación es completamente diferente. Existía una fuerza de derecha y todo el voto estaba concentrado en el PP y sí que es verdad que la izquierda ha tenido otros partidos. Estaba Podemos, Guanyem, Eivissa pel Canvi… La izquierda ha ido separada. Hemos conseguido el Senado cuando hemos ido juntos, las dos veces, con Pilar Costa y Pere Torres ‘Casetes’. Simón y Toni lo hicieron muy bien pero era muy difícil, habíamos tomado la decisión de ir solos. Sin embargo, las circunstancias han cambiado y ahora hay tres partidos de derechas, Ciudadanos, PP y Vox, que es de extrema derecha. El voto del PP se ha repartido. Además nosotros hemos tenido una enorme capacidad de movilización, algo fundamental. La movilización siempre nos favorece a nosotros y es lo que nos ha permitido ganar este escaño por nosotros solos, por el PSOE.

—¿Me está sugiriendo que entonces no ha sido tanto un mérito del PSOE como un fracaso de la derecha?
—El mérito es que hemos movilizado con un mensaje optimista, con un mensaje de cuidado, que puede venir un gobierno de derecha y de extrema derecha como ocurre en Andalucía. No es una invención, es una realidad. Pero está claro que el PP se ha dividido y ellos tendrán que hacérselo ver.

—¿De alguna manera, no se ha hecho una campaña para alentar el voto del miedo?
—Por los dos lados. El mensaje de la derecha era que España se iba a destruir. Nosotros no hemos mandado un mensaje de miedo, hemos constatado una realidad, que las tres derechas se han unido para gobernar en Andalucía y ya vemos qué están haciendo. Van a hacer desaparecer la Conserjería de Medio Ambiente o que funcionarios que atienden a víctimas de violencia de género están siendo perseguidos. Está ocurriendo y lo dijimos. Y en estas elecciones lo diremos igual porque también puede ocurrir. Llegado el momento, si suman, intentarán gobernar.

—¿Recuerda cuando se calificaba a Mariano Rajoy de ultraderecha?
—El PP siempre ha tenido gente de ultraderecha. De hecho Vox es una escisión del PP. Yo creo que el PP siempre ha tenido un componente de ultraderecha. Cuando ha estado en contra del aborto o del matrimonio entre personas del mismo sexo o en contra de la ley de igualdad entre hombres y mujeres.

—¿Debe entrar Unidas Podemos en el Gobierno?
—¿En el de España? Esa es una decisión que tiene que tomar Pedro Sánchez.

—¿Usted qué opinión tiene?
—Yo respetaré lo que diga mi secretario general. Él tiene muy claro lo que es mejor para el país.

—Ustedes optaron por gobernar en el Consell d’Eivissa con Podemos. ¿Cabe deducir que la FSE sería partidaria de que entrasen en el Gobierno como sucede en Ibiza?
—Insisto, lo que decida Pedro Sánchez será la mejor decisión. Y en Ibiza era diferente. El PSOE había sacado 4 escaños y 3 Podemos, por lo que había igualdad y había que formar una mayoría. Recuerde que al principio Podemos no quería entrar en el gobierno y luego en una asamblea decidieron que querían entrar. Además, en Ibiza siempre hemos tenido un espíritu muy pactista.

—¿No cree que un Gobierno monocolor será más débil que uno integrado por más formaciones?
—Es que el Congreso tiene otra dinámica diferente. Si en 10 meses y con 84 diputados hemos sacado adelante las políticas que hemos sacado…

—Abusando de los reales decretos…
—Ya, pero luego se han convalidado en el Congreso…

—Buenos revolcones se han llevado en algunos casos…
—Hemos sacado adelante incluso leyes y algunas con el voto del PP. Mire, la política es el arte de la negociación. Tenemos que ser capaces de negociar con otras fuerzas para sacar adelante lo mejor para el país. Si eso se hace estando solos, te da una mayor libertad porque tienes más capacidad de maniobra. Pero insisto, es una decisión de Pedro Sánchez. El PSOE ha gobernado muchas veces en minoría y nunca ha tenido gobiernos de coalición. Aún así ha aprobado leyes, presupuestos…

—¿Qué les diría a la gente de Podemos que piensan como Pablo Iglesias, que si no entran en el gobierno podría ser difícil la investidura de Sánchez?
—Que lo reflexionen. Ya pasó hace tres años y nos llevó a un gobierno del PP. Yo creo que esto no va a suceder. Es lógico que ahora haya cierta tensión, es normal, pero al final se llegará a un entendimiento. Lo ha habido en estos 10 meses.

—Pero también ha habido desencuentros importantes como la Ley del alquiler…
—Ahora hay otra situación. Además ahora en el Senado el PSOE tiene mayoría absoluta. Hasta ahora el Senado servía para bloquear nuestras propuestas, como la de endeudarnos en 6.000 millones más que Europa nos había permitido y de los cuales, 2.400 millones iban a las autonomías y a los ayuntamientos. PP y Cs votaron en contra. Eso a día de hoy sería viable.

—Hablemos de la investidura. ¿Con Rivera, no?
—El cordón sanitario lo pusieron ellos. Nuestra militancia lo ha dicho y Pedro dijo «lo he escuchado». Está claro que si un partido no te quiere, nosotros no vamos a quererlo. Podremos llegar a acuerdos puntuales, pero en este caso Rivera estaba dispuesto a gobernar con Vox y no estaba dispuesto a pactar con el PSOE.

—Comprométase a algo en concreto que usted conseguirá para Ibiza y Formentera.
—Lo primero, a escuchar a la ciudadanía. Abriré la oficina de la senadora y escucharé las propuestas de la gente. Estaré muy encima de los temas de las Pitiusas, recuperar el proyecto de la biblioteca del Estado, el asunto del senador propio para Formentera que ya hemos hablado…

—Me preocupa que no haya mencionado un nuevo sistema de financiación autonómica y el desarrollo del REB...
—Es que eso lo tenemos claro que va a ocurrir. Lo damos por hecho. El REB es un hito. Llevo oyendo hablar del REB desde que entré en política. Pues bien, ya lo tenemos. A partir de ahí todo se tiene que desarrollar, pero ya tenemos la base. Además es de justicia.

—¿Teme la desmovilización del electorado el 26-M?
—Vamos a trabajar para que no sea así, pero siempre ocurre. El peligro es real y no me gustaría ver a Vox gobernar en las instituciones. Empezamos de cero.

—¿Se atreve a hacer un pronóstico?
—No me gusta hacer hipótesis. Sólo pronostico que seremos las listas más votadas.

—¿Está cómoda llevando de número dos en Sant Antoni a una tránsfuga como Cristina Ribas?
—Estoy cómoda porque es una gran persona.

—Todos los integrantes de la lista son grandes personas, ¿no?
—A veces sí, pero mire, ella va a sumar. Cristina tomó una decisión en su momento y nosotros la respetamos.

—Porque la decisión les beneficiaba…
—¿Y el presidente de la Comunidad de Madrid?

—Nos queda un poco lejos…
—Pero ¿lo es o no? ¿Y ha dicho algo el PP de aquí? No. La decisión de Cristina de venir con nosotros con lo que ella aporta, lo conocida que es en Sant Antoni, es un valor añadido. La decisión que tomó es personal y la respetaremos siempre.

—Sorprendió ver tan implicado en los últimos días de campaña a Alfonso Molina…
—Es que Alfonso es un valor importantísimo…

—Pero está investigado…
—¿No puede trabajar para el partido? No va en listas. No tiene nada que ver.

—Ya, pero el Govern le reclamaba un dinero público que no sabemos si ya ha devuelto…
—Presentó un contencioso y él sabrá cómo está esa situación…

—¿Ve posible negociar aquí con los partidos que usted acaba de descartar para el Gobierno central?
—Lo dudo mucho. No creo que se pueda negociar.

—¿Por qué?
—Porque tenemos que estar con partidos de izquierdas. Además la derecha, PP, Cs y Vox, quieren gobernar ellos.

—¿Descarta pactar con Cs en los ayuntamientos o en el Consell d’Eivissa si hiciera falta?
—Siempre pactaríamos con la izquierda. Ya lo hemos demostrado en esta legislatura.

LA SEMBLANZA

Una mujer socialista, hija del exilio en México, senadora por las Pitiusas

La senadora electa por Eivissa y Formentera es una hija del exilio. Sus padres, José Luis y Antonia, fueron algunos de los españoles que se vieron obligados a abandonar el país entre 1939 y 1942. Entre 20.000 y 25.000 se refugiaron en México.

Su familia paterna, originaria de Santander, se marchó a Barcelona y más tarde a América. Su familia materna, de Granada, conoció la vida en un campo de concentración. Lograron salir hacia Orán (Argelia).

Sus padres se conocieron en México, se casaron y tuvieron cinco hijos: cuatro mujeres y un varón. Patricia fue la última en llegar. Tras 40 años exiliados, regresaron a España. Ella tenía 10 años Se instalaron en Madrid.

Durante el viaje de estudios de COU en Ibiza conoció a un ibicenco, Vicent Torres. Se casaron en 1980 y se instalaron en la tierra de su marido. Tiene dos hijas y dos nietos. Su profesión es técnica de turismo.

Afiliada al PSOE desde 1999, fue diputada en el Parlament balear (2004-2004) y vicepresidenta del Consell d’Eivissa (2007-2011) durante el mandato de Xico Tarrés.

Desde 2015 ocupa el cargo de jefa de gabinete del presidente Vicent Torres en el Consell. En noviembre de 2018 se incorporó a la Comisión Ejecutiva de la FSE-PSOE al frente de la secretaría de organización.

Ha sido la responsable de la campaña electoral de las elecciones generales del 28 de abril y también lo es de los comicios a celebrar el próximo domingo 26.

Será la senadora por las Pitiusas durante los próximos tres años, tras los cuales renunciará al acta para ceder el puesto a Rafa Ramírez, del PSOE de Formentera.