Gabriel Company, en la sede del PP. Reconoce sin tapujos que los resultados han sido malos. | P. Pellicer

Gabriel Company (Sant Joan, 1963) prepara las elecciones del 26-M con el amargo sabor de la derrota de las pasadas generales. Admite que el PP ha cometido errores, en campaña y antes de la campaña, y señaló que la caída electoral del PP ha tenido que ver con esos errores y con la fragmentación del centro-derecha.

¿Qué ha pasado?

—En la anterior legislatura cometimos errores importantes, más en la forma que en el fondo, y en campaña no hemos conectado con quienes tendrían que votarnos. Se juntan cuestiones que vienen de hace años, que han pasado factura al PP, y muchos ciudadanos tenían ganas de darnos un toque de atención.

¿Tiene que ver con el giro a la derecha que ha hecho el partido?

—Supongo que todo cuenta, pero hay factores que vienen de mucho más atrás. Hay gente que ha votado a otros que vienen sin historia ni para lo bueno ni para lo malo.

Usted apoyó a Casado. ¿No le incomodó ese giro a la derecha?

—Cada vez que hemos hablado de temas que afectan a Baleares hemos coincidido. No creo que ese haya sido nuestro problema,sino que la izquierda se ha activado por miedo a Vox.

¿Y qué ha provocado la división del centro-derecha?

—Ya veníamos de una división previa con Ciudadanos y todo el problema de Catalunya, que en algunas ocasiones se ha afrontado con muchas dosis de populismo, ha permitido la entrada de esta opción de extrema derecha. La situación económica ha mejorado un poco, pero aún hay mucha gente que lo está pasando mal y ahí también ha habido un voto de rabia y de desesperación. Fue con Podemos y ahora ha sido con Vox. También apareció Ruiz Mateos en su día. Ahora tenemos que convencerle de que los votos de castigo no arreglan los problemas de los ciudadanos.

A la vista del resultado Congreso-Senado, ¿se arrepiente de haber propiciado el cambio de candidata?

—Las candidatas no tienen nada que ver con el resultado que ha salido. Si usted se fija en Ciudadanos aquí, con todos los problemas que han tenido, mire qué resultados han obtenido. Aquí venía la ola nacional. Eso ha sido.

Pero Salom tuvo más votos que Prohens.

—Lo que ha pasado aquí ha pasado en casi todas las comunidades autónomas. Ha funcionado la regla de uno más uno, que ha circulado por whatsapp y Facebook, para votar a candidatos diferentes en el Senado.

Cs les ha superado. ¿No es un plus de desmoralización, teniendo en cuenta que allí se fue Bauzá

—Quienes han arrastrado han sido los líderes nacionales. Ciudadanos ha dejado muy claro por aquí que no quieren ver al señor Bauzá cerca y no creo que haya influido para nada en el resultado. Responde a una ola nacional que tiene que ver con los candidatos nacionales.

Cs está aquí por encima de la media española y el PP, en la media.

—Ese ajuste fino seguro que es transitorio. Ahora mismo no hay razones para creer que hay circunstancias diferentes a las del resto de España.

Dentro de tres semanas hay de nuevo elecciones. ¿Les da tiempo a recuperarse?

—Son circunstancias diferentes y elecciones muy diferentes. Los datos que manejamos nos indican que seremos la lista más votada, pero para eso tenemos que trabajar mucho porque en estas teníamos el arrastre nacional. ¿Hay tiempo? Creo que sí, aunque es verdad que cuando Sánchez convocó estas elecciones de esta manera lo hizo porque a él le beneficiaba.

Si quieren gobernar, tendrán que hacer pactos, ¿Incluye a Vox?

—Vamos a intentar sacar el mejor resultado, queremos gobernar, pero lo haremos desde el centro, con moderación y experiencia. La radicalidad no cabrá en mi gobierno.

Pero puede que necesite sus votos.

—Repito: la radicalidad no cabrá en mi gobierno. Para hablar de pactos hay que esperar, pero ese mensaje es clarísimo.

¿Van a marcar perfil propio?

—Lo hemos marcado desde el primer momento. Nosotros tenemos nuestro perfil en temas muy concretos, como la ecotasa y la lengua. Con la ecotasa hemos sido claros: dejarla a cero en temporada baja y a la mitad en temporada alta, con la posibilidad de dejarla a cero siempre según la coyuntura.

El programa nacional del PP habla de eliminar este impuesto.

—Sí, pero Casado también dijo que sería tras incluir medidas para compensar la infrafinanciación.

¿Y en lengua?

—Hay que leer lo que dice la Constitución y el Estatut. Hay dos lenguas oficiales que deben convivir. En el 80 por ciento de los puestos de la administración pública, la lengua será un mérito y solo en una parte será requisito por la especificidad del trabajo. Desde luego, no lo será en sanidad. Lo que no puede hacerse es inmersión en una de las dos lenguas, porque eso incumple la Constitución; en cualquiera de las dos.

¿Qué hará si no es presidente?

—Soy empresario, he venido a estar en política, no a ser político, así que estaré en política el tiempo que la gente crea que tengo que estar. He venido para hacer gestión, me tocó la peor legislatura posible y ahora me gustaría poder aportar mi experiencia en un momento en que no estamos en quiebra, como nos dejaron las instituciones Antich y Armengol. Yo no he venido aquí para estar 25 años como Armengol.

¿Eso quiere decir que igual no le veremos en la oposición?

—Eso quiere decir que yo no voy a estar aferrado a la política como la señora Armengol. He venido a trabajar y a aportar mi experiencia de 27 años.