Zona agrícola y forestan en es Rafal Trobat, en Sant Jordi. | D. ESPINOSA

La Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Sant Josep (Asfinrus) lamentó ayer la aprobación definitiva de la modificación del Plan Territorial de Insular (PTI) por parte del Consell d’Eivissa la pasada semana por afectar «de forma muy negativa a las propiedades en suelo rústico y a sus titulares, y con ello al campo y al paisaje de Ibiza».

Asfinrus, además, pidió a la sociedad que apoye a los partidos en cuyos programas electorales se contemple la derogación de la modificación del PTI, se promueva también la derogación de las disposiciones normativas «prohibitivas de ámbito balear que afectan al suelo rústico de Ibiza, volviendo a un marco normativo estable, coherente y que proporcione seguridad jurídica, y se inicie un «pormenorizado proceso en el que participen todos los colectivos afectados para que el nuevo modelo territorial que se derive de todo ello resulte con el mayor consenso posible».

Para los propietarios de fincas rústicos, «en contra de lo que algunos quieren hacer creer intoxicando a la opinión pública con el argumento de que esta modificación supone un gran logro, lo cierto es que se ha perjudiado sólo a los pequeños propietarios, no afectando a aquellos que especulan con el suelo rústico. Se han dificultado al máximo las herencias y no se impiden los ‘casoplones’».

Esta asociación destacó que «la respuesta de la ciudadanía en contra de estas negativas prohibiciones sin ningún consenso ha sido clara y rotunda», y recordaron que en su día se presentaron 2.500 alegaciones en contra de la normativa territorial cautelar. «Y han querido desacreditarlas, faltando con ello el respeto a la ciudadanía, diciendo que se trataban de ‘simples fotocopias’: detrás de ellas había un nombre, una firma, una persona o una familia a las que han querido desprecia, siendo que otras campañas de participación ciudadana, con muchísima menor participación, han tenido su respeto y consideración. No somos todos iguales ante este equipo de gobierno del Consell», aseguraron en una nota de prensa.

Asfinrus realizó ayer un llamamiento «a todas aquellas personas, tanto si han nacido en Ibiza como si llevan muchos años aquí, sean o no propietarios de fincas rústicas pero que a todos les une la estima por nuestra isla», para que apoyen sus reivindicaciones. «Queremos que se nos tenga en cuenta, no ser el patio de atrás de las ciudades. Queremos la misma seguridad jurídica con la que cuentan los propietarios de suelo urbano. Queremos que las herencias familiares no se conviertan en pesadas losas», apuntaron.

Además, destacaron que son los propietarios de fincas rústicas los que «invierten su tiempo, dinero y esfuerzo en cuidar la paredes, trabajar la tierra, ocuparse de los cultivos y realizar el mantenimiento de árboles y limpieza del bosque, entre otros, que conforman el paisaje tradicional ibicenco que a todos tanto nos gusta».