Marcos Serra, candidato popular a la alcaldía de Sant Antoni. | DANIEL ESPINOSA

Marcos Serra, candidato del PP a la alcaldía de Sant Antoni apuesta por embellecer el núcleo del municipio, dotar al departamento de Urbanismo de profesionales y reabrir el puerto. Aunque confía en obtener mayoría absoluta, asegura que no tiene líneas rojas a la hora de pactar.

Después de los resultados del 28A, ¿se ven con posibilidades de gobernar en Sant Antoni?
—Yo sé que los resultados de las generales no nos benefician, pero en los pueblos, normalmente, se vota a la persona y yo me muevo por el pueblo y la sensación de todo el mundo es de que quieren un cambio. Hay gente, que no conozco, que me para por la calle y me dice a ver si podemos gobernar. Veo a la gente muy animada y soy optimista y creo que gobernaremos.

¿A pesar de que la tendencia sea de que haya menos participación?
—No sé si habrá menos participación, pero a mi me dicen que lo tienen claro y que en las municipales me votarán a mí. Soy de Sant Antoni y no todos los candidatos pueden decir lo mismo.

¿Eso ayuda?
—Ayuda porque yo me muevo por las calles, me conocen y saben cómo soy y por qué estoy en política. Quiero a mi pueblo y no tengo ninguna aspiración política que no sea la de ayudar a mis vecinos y solucionar sus problemas.

¿Considera que el hecho de que hace pocos meses se rompiera el tripartito les va a ayudar a ganar votos a ustedes?
—Imagino que no les va a ayudar, como tampoco que la ‘tránsfuga’ que siga allí y que se ella quien ha atascado el departamento de Urbanismo; un departamento que tiene retrasos de tres años para conceder licencias de obras, que encima tenga que sentarse en el banquillo por la licencia otorgada al chiringuito de Cala Gració y que vaya en el número dos de la lista. Creo que eso va a hacer daño porque la gente lo sabe.

¿Hay posibilidad de formar gobierno con la izquierda?
—Yo voy a por la mayoría absoluta. Hay ocho partidos en Sant Antoni y hasta que no sepa los concejales que salen no me puedo plantear pactar. Eso sí, miraré pactos con la gente de Sant Antoni de mi programa electoral y miraré más con la persona con la que pacto que con sus colores políticos, pero no tengo ninguna línea roja.

¿Cuáles son las medidas prioritarias que quiere impulsar el PP?
—Abrir las puertas del Ayuntamiento a los vecinos, que esta legislatura han estado cerradas, y dar soluciones a sus problemas, que para eso nos presentamos los políticos.

¿Cuáles son esos problemas?
—Están los ya conocidos problemas de limpieza con la contrata que no ha servido para mucho, a pesar de costar un millón de euros más anuales, la seguridad, a pesar de poner a una directora que ha costado 60.000 euros más anuales…

¿Quitarían esa figura?
—Evidentemente. Antes de ponerla en el área de la Policía Local pondría un cargo de confianza en el área de Urbanismo para desatascarlo. Es un área que queremos mejorar y, por eso, en mis listas van profesionales del sector y agilizaremos todos los trámites administrativos para que las licencias de obra salgan en tiempo como pasaba en las pasadas legislaturas.

¿Esto es así? ¿Siempre ha funcionado bien Urbanismo cuando gobernaba el PP?
—En la pasada legislatura, el Colegio Oficial de Arquitectos felicitaba a Sant Antoni por la rapidez con la que salían las licencias. Se tardaba de tres a seis meses. Si un negocio o un hotel quiere reformar su planta hotelera, lo que ayuda a mejorar el turismo en Sant Antoni, no podemos permitirnos que se tarde tres años en dar. Esto no ayuda al cambio de imagen que queremos.

En este sentido, ¿van a seguir con el cambio de modelo turístico iniciado?
—El problema es que no ha habido un cambio de modelo.

¿Y las modificaciones en la normativa de ruidos que ha habido, por ejemplo, en el West End no entran, a su juicio, dentro de los cambios?
—Hay la misma gente y a las tres de la madrugada se esparce por el resto del municipio. Cambio de modelo turístico no ha habido ninguno. Durante esta legislatura quizás lo hayan intentado, pero han ido en dirección contraria. En un municipio turístico no se entiende que las terrazas cierren a las 12 de la noche. Por ello, he presentado un proyecto integral de reconversión del casco urbano con pérgolas, plantas naturales… para dar un cambio de imagen y animar a la gente a que invierta en la zona.

¿Esto significa que echarían para atrás algunas de las medidas aprobadas en este mandato?
—Para empezar, cambiaremos el horario de las terrazas para cerrar más tarde. Yo creo que el turista bueno es que el que se queda tomando una copa de vino o cenando con su familia o amigos en una terraza y no dentro del local.

En cuanto al puerto, ¿volverán a abrirlo?
—Depende de Ports de les Illes Balears, pero nosotros haremos la fuerza para que se vuelva a abrir porque el pacto que nosotros firmamos no contemplaba prohibir los turismos, solo la carga pesada. Pero igual que ellos han interpretado el Código Ético del PSOE para no hacer dimitir a su concejal o han interpretado el Pacto Antitransfuguismo a su gusto, también han interpretado este pacto como han querido.

¿Cuál es la principal crítica al actual equipo de gobierno?
—Han estado toda la legislatura actuando de forma autoritaria dando órdenes sin escuchar a nadie, sin consensuar ni con vecino ni oposición y con malas formas. Han trabajado de espaldas a los vecinos de Sant Antoni que es para quien tiene que trabajar el Ayuntamiento.

En relación a esto, el gobierno acusa al PP de querer favorecer solo los intereses de unos pocos.
—Dicen que conocemos a los empresarios y lo que pasa es que no todos los candidatos pueden decir que conocen a gente del West, comerciantes, hoteleros, herreros, carpinteros… Lo que quiero es incentivar la actividad económica para no convertirnos en un pueblo dormitorio, como está pasando. Es igual que la zona azul, que ha sido un desastre para los comercios. Por eso, la instalaremos de nuevo. De hecho, los mismos que se la han cargado dicen que la volverán a instalar. Yo creo que los experimentos hay que hacerlos en casa y con Coca-Cola.