Pilar Costa, antes de la entrevista en Vara de Rey. | DANIEL ESPINOSA

A pesar de las encuestas y los buenos resultados en las Elecciones Generales, la candidata por el PSOE en Ibiza al Parlament, Pilar Costa, no baja la guardia y pide participación. Está contenta con los resultados de esta legislatura, pero valora que queda mucho por hacer y por eso pide cuatro años más de confianza por parte de los ciudadanos.

En esta legislatura ha sido portavoz parlamentaria del grupo socialista y posteriormente se incorporó al gobierno, valóreme estos cuatro años.
—Por naturaleza soy optimista, pero también muy prudente. Hago una valoración positiva, pero siempre desde la humildad. Cuando piensas en todas las cosas que quedan por hacer, te dices: todavía nos queda mucho. Pero hago una valoración positiva. Hemos cumplido con la palabra dada en la mayoría de cosas a las que nos comprometimos. A la recuperación de derechos, a la recuperación de la paz entre la comunidad educativa, a mejorar la sanidad pública y Can Misses, con todas sus deficiencias, se pudo poner en marcha el nuevo centro de salud o la gratuidad del parking. Estoy satisfecha de la tarea de estos cuatro años, pero no es suficiente. Aspiramos a poder gobernar y seguir trabajando cuatro años más.

¿Están dispuestos a repetir un pacto como el de estos cuatro años o les gustaría gobernar en solitario?
—El objetivo es obtener el mejor resultado posible. Ahora, no se prevé que nadie pueda obtener una mayoría absoluta y por tanto tendremos que tener la capacidad de diálogo y consenso necesaria para pactar con las fuerzas progresistas, como hemos hecho estos cuatro años. Quiero dar las gracias a los partidos que han apoyado al gobierno. El resultado ha sido positivo, aún con las discusiones y los desacuerdos normales entre partidos políticos distintos. Espero que se pueda repetir esta entente en la próxima legislatura.

¿Le sorprendió el resultado del 28 de abril?
—Más que sorprender, me alegró mucho. Todo hacía prever, lo decían las encuestas, que el PSOE ganaría las elecciones. También resaltaría como la mayoría de la ciudadanía española ha ido cerrarle el paso a la ultraderecha, a pesar de los buenos resultados que han tenido. Creo que nuestra sociedad es mucho más razonable y moderada de lo que a veces pensamos. Los titulares te hacen creer que algo tiene más peso del que realmente tiene. Pero cuidado. Allí están y a mí estas políticas ultras me preocupan porque suponen un retroceso en políticas que nos ha costado mucho tiempo conseguir.

¿Tiene miedo a la desmovilización el día 26? ¿Es un riesgo que contempla?
—Más que miedo, me preocupa. Es muy difícil que se mantenga la misma participación y movilización. Primero, porque las dos elecciones están cerca y, segundo, porque históricamente la gente se moviliza más en unas generales que en unas locales y autonómicas. No sé si porque la gente no las siente tan suyas o porque piensa que no se deciden cosas tan importantes. Y a mí me parece todo lo contrario. Tenemos que pensar que los ayuntamientos deciden sobre la política más cercana. Tenemos que llamar a la movilización, porque si uno no va a votar, los que sí van hablarán por él.

¿Qué cosas quedan por hacer concernientes a Ibiza y Formentera?
—Quedan muchas. Cuando hablaba antes de que se ha logrado la paz social educativa, creo que es un gran trabajo el acuerdo que se ha alcanzado con el Pacto Educativo. Pero en Ibiza y Formentera a mi me gustaría que la próxima legislatura fuera la de las infraestructuras educativas. En Formentera han comenzado ahora la escuela de Sant Ferran, pero en Ibiza seguimos teniendo déficit de infraestructuras educativas. En Vila, es necesario un nuevo instituto y una nueva escuela que están en el plan de infraestructuras. También en Santa Eulària o en Sant Jordi. Después nos queda por hacer, pero ya lo tenemos programado por lo que vamos en buena línea, el desarrollo del antiguo Can Misses. Es una inversión multimillonaria, pero que después de muchos años de hablar y darle vueltas por fin tenemos proyecto y presupuesto. La tercera cosa que destacaría es que si gobernamos los progresistas veo imprescindible que tengamos una conselleria de Vivenda para hacer de la vivienda el centro de la mayoría de nuestras políticas de forma transversal y ayudar a que todas aquellas personas que son trabajadoras y tienen un sueldo pero no pueden acceder a una vivienda lo puedan hacer.

¿Están abiertos a apoyar una modificación de la ecotasa para mejorar el reparto según las circunstancias?
—Según las circunstancias, uno tiene que estar abierto siempre a cualquier cambio. Pero este impuesto ha venido para quedarse. Voy más allá, aunque hubiese otro gobierno yo no sé si cambiaría mucho la recaudación de este impuesto. Se ha implantado con total normalidad y no era fácil. Ha supuesto que tengamos inversiones millonarias que quizá de otra manera no hubiéramos podido solventar tan rápidamente. Pienso en proyectos como la Escuela de Hostelería, el proyecto de la bahía de Portmany o el paseo de ses Figueretes. Además, me duele cuando se dice que recibimos menos de lo que deberíamos porque lo vivo de cerca y no es así. Este último año hemos tenido inversiones por encima del 18% en la isla de Eivissa, cuando la ley prevé que estemos en una horquilla máxima de hasta el 17%, que más o menos es lo que se recauda. Tenemos que estar tranquilos con esto. Yo formo parte de la comisión del Impuesto de Turismo Sostenible y lo sé bien.

Teniendo récords de recaudación tributaria han descartado bajar impuestos, han optado por la fórmula de las desgravaciones fiscales o los incentivos.
—Es cierto. Esos que prometen que se bajarán impuestos y a la vez harán más en educación, en sanidad y en servicios sociales están engañando. Lo que hizo este gobierno al principio de la legislatura fue subir impuestos a los que más tienen, que por cierto, creo recordar que afectan a un 2% de la población. Esto junto a otras medidas nos ha permitido poder hacer muchas inversiones de las que comentaba antes. Sino las cuentas no salen. Todo lo demás es engañar.