Los profesionales trabajan para que los animales sean más dóciles y se puedan dar en adopción. | Toni Planells

Educar a los perros y conseguir encontrarles una familia. Es el objetivo de la Asociación Ibiza Cuatro Patas y Can Dog. Hace dos semanas que el centro de recuperación animal acoge un curso europeo de rehabilitación de perros abandonados focalizado en el podenco ibicenco.

«Son perros de caza que llegaron aquí completamente asilvestrados y era imposible darlos en adopción», explica Pepe Aranda, director de Can Dog. Los animales fueron rescatados de es Cubells en abril de 2017 y desde entonces viven en estas instalaciones ubicadas en Sant Llorenç.

«Eran unos 70, sin contar los cachorros», asegura Giuseppe Guastella, presidente de Ibiza Cuatro Patas. «Algunos de ellos ya se han dado en adopción, pero aún quedan entre 30 y 40 aquí en Can Dog. Ojalá encontráramos familias para todos», señala.

Adiestramiento
Conseguir domesticar un podenco ibicenco no es tarea fácil. «Hay que ir paso a paso. Primero, hay que mostrarles cariño, después, cuando confían en tí, conseguir que se acostumbren a llevar un collar y a la correa», explica Giuseppe.

En el curso de adiestramiento participan 11 profesionales llegados desde distintos puntos de Europa. «Así se consiguen resultados mucho más rápido», apunta el responsable de Ibiza Cuatro Patas.

Este tipo de cursos se realizan dos veces al año. El último, en 2018, «estuvo centrado en la gestión de refugios, pero la problemática que hay en esta zona con los podencos nos hizo pensar en realizar uno sólo para su educación», cuenta.

«Son perros de caza, pero también de casa», asegura. «Les gusta mucho la familia y el contacto con las personas. De hecho, en apenas dos semanas ya no se separan de mí», señala.

Una vez que finalice el curso de adiestramiento, el propio Giuseppe asegura que trabajará de forma continua junto al personal de Can Dog para seguir con la educación de estos perros. «Cada día de la semana les dedicamos dos horas», explica.

Adopción
Esta raza de perro no es de las que más aceptación tiene en la isla. «Se adoptan los cachorros, pero no los mayores», según cuenta el responsable de Can Dog.
«La mayoría de adopciones se hacen desde el extranjero, principalmente Alemania, donde le tienen mucho aprecio a este animal», explica Marget Lihmann, que también trabaja en el centro.

«Tenemos una colaboración con Podenco Rosa una asociación alemana», cuenta. «Allí, los presentan a través de un programa que se llama Animales buscan casa que tiene más de dos millones de espectadores», apunta.

«Este 2 de junio dan a conocer los últimos tres que les hemos mandado. En total han sido 10 podencos ibicencos», señala.

La idea es formar una nueva camada para enviarlos a este país, aunque «primero tienen que saber viajar y meterse en una jaula sin ponerse nerviosos», dice esta experta.
Los animales, además, tienen que ir castrados, esterilizados y con su pasaporte de vacunas en regla antes de subir a un avión. «Son los requisitos básicos para poder darlos en adopción en el extranjero», explica.

La labor de Can Dog es recoger, cuidar y buscar nuevas familias a animales abandonados. «La mayoría son perros. En verano llegamos a recoger 150 animales al mes», asegura Pepe Aranda. Ahora mismo las instalaciones acogen a un total de 218 animales.