Las proyecciones de los cortometrajes del festival Mal del Cap Narratives Mal Dites son siempre un éxito de público.

La cuarta edición del festival internacional de cortometrajes Mal del Cap Narratives Mal Dites ha abierto el plazo de presentación de obras hasta el próximo 1 de agosto. El festival se celebrará a finales del mes de noviembre de este año.

Todos los interesados pueden mandar sus trabajo a través de tres plataformas online: Click For Festivals, Festhome y Film Freeway. Este festival es el punto estrella del ciclo que organiza anualmente Mal del Cap y según sus organizadores «ya se ha consolidado en el panorama cultural ibicenco como demuestra que en sus cinco años de vida ya ha recibido más de 4.000 videocreaciones de todo el mundo». Sin ir más lejos, para la edición de 2018 la organización recibió más de 1.200 obras para tener que hacer la siempre complicada criba final.

Además el festival Mal del Cap Narratives Mal Dites se ha convertido «en un punto de encuentro para multitud caras conocidas, tanto nacionales como internacionales, que apuestan por las nuevas narrativas, la experimentación y la búsqueda de nuevas formas de narrar o expresar por medio de la imagen».

1.100 euros en premios

Al igual que en ediciones anteriores, el festival volverá a repartir un total de 1.100 euros en premios en metálico entre todas las categorías a concurso. Estas serán Premio al mejor cortometraje de la Sección Oficial, Premio al mejor cortometraje en la Sección Juvenil, Premio Malalt, Premio al mejor cortometraje elaborado en catalán y Premio del público. Este último, como ya es tradición saldrá de los votos que depositen los espectadores al finalizar cada sesión.

En este sentido, la organización de Mal del Cap destacó que sigue «trabajando por la promoción del catalán con un premio específico para las videocreaciones en este idioma, y por la alfabetización audiovisual entre los jóvenes».

Además, continúa con su apuesta por difundir el mundo de los cortometrajes entre los jóvenes, algo que ya lleva haciendo desde 2014. Su sección juvenil la han disfrutado ya cientos de estudiantes de ESO de los institutos de educación secundaria, «introduciendo así a los adolescentes en las posibilidades de la narrativa audiovisual del cortometraje al tiempo que disfrutan de obras divertidas, pero también críticas y de gran calado social». Precisamente son ellos quienes otorgan con su voto el Premio al mejor cortometraje en esta sección.