Un mes después, amigos de Rossanna todavía visitan a diario el pequeño homenaje a la víctima mortal de es Viver. | DANIEL ESPINOSA

«Es una sensación de abandono total. Un compañero y yo nos vamos apañando en mi furgoneta. Hace diez días desmantelaron el servicio de acogida que había para pasar la noche y desde entonces cada uno se va buscando la vida. Era lo que nos temíamos desde un principio. Les propusimos alternativas asumibles, pero la administración no está por la labor. No entiendo para que están los fondos de Bienestar Social si no es para atender una emergencia como este caso. Muchos de nosotros queríamos pagar un alquiler si nos daban un lugar, pero nada, no obtuvimos respuesta de Vila». Son palabras de Ada, una de las cerca de 80 personas afectadas por el incendio del inmueble ocupado de es Viver. El 13 de mayo, hace ahora un mes, sufrió en carne propia el pavoroso y mortal incendio. Ella fue una de las primeras en llegar al inmueble en construcción hace unos seis años. También fue una de las últimas en abandonarlo. De hecho, fue una de las dos personas rescatadas de entre las llamas por un helicóptero del Ibanat.

Tras el cierre del programa de ayuda, desde el Ayuntamiento apuntaron que muchas de las personas afectadas tienen trabajo y «se sigue con la atención individualizada y siguen activados el resto de recursos que puedan necesitar».

Un mes después, el esqueleto del inmueble ‘okupado’ está cercado por una valla metalizada de unos dos metros de altura. La zona cero de la tragedia permanece tal y como quedó una vez finalizados los trabajos de desescombro y la minuciosa inspección realizada por los agentes de la UDEV y de la policía científica de la Policía Nacional.

En la terraza de uno de los extremos sigue presente la hamaca con la que Ada y su compañero se ayudaron para alcanzar el helicóptero, mientras en el solar continúan las decenas de sillas, mesas y otros enseres que quedaron allí abandonados tras al incendio declarado poco antes de las 13.00 horas de aquel 13 de mayo.

En una zona del perímetro continua presente el modesto homenaje instalado en recuerdo de Rossanna Venturini, la mujer fallecida al verse atrapada en un incendio que dejó una decena de heridos, tres de ellos críticos.

Los dos hombres de nacionalidad marroquí que ingresaron en Can Misses por politraumatismos ya recibieron el alta, mientras que el herido más crítico, que sufrió graves quemaduras en su cuerpo, permanece ingresado en la Unidad de Quemados de La Fe de Valencia.

Los autores, en prisión
La investigación del incendio supuso el esclarecimiento del otro gran incendio registrado este año: el de los juzgados de Isidor Macabich. Así, el 21 de mayo, la Policía Nacional desplegaba un gran operativo que se cobraba la detención de los dos hombres considerados autores materiales de ambos fuegos.

En el caso del incendio del edificio de es Viver, el detonante habría sido una disputa por un asunto relacionado con las drogas. El incendio dejó sin techo a unas 80 personas y se llevó por delante la vida de Rossanna.