Hoy a partir de las 21.00 horas se presenta en el Salón de plenos del Consell d’Eivissa, en el número 49 de la Avenida de España de Ibiza, el libro Colles de ball pagès d’Eivissa, editado por el Consell d’Eivissa y Balàfia Postals.

La autora de los textos es la escritora e investigadora ibicenca Francisca Riera Escandell quien aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que la obra «no es una historia del ball pagès, sino un repaso a todos los grupos folklóricos que comenzaron a crearse en los primeros años de la dictadura franquista y que actualmente gozan de una magnífica salud en nuestra isla».

De hecho, la idea de realizar este libro partió del conocido folklorista Antoni Tur Planells, Llucià, galardonado recientemente con la Medalla al mérito ciudadano que otorga el Consell d’Eivissa. Fue cuando recibió un premio de la Federació de colles de ball i cultura popular d’Eivissa durante sus Jornades de cultura popular y «aseguró que sería bonito hacer una publicación que recordara a todos aquellos que se han aportado su granito de arena para volver a poner en valor el ball pagès y el folklore de Ibiza a lo largo de todos estos años».

El origen, en los años 40 del siglo XX
El libro Colles de Ball Pagès d’Eivissa está dividida en tres partes muy bien diferenciadas, todas ellas con fotografías históricas que han aportado tanto las distintas collas a las que se hace referencia como el Arxiu d’imatge i so del Consell d’Eivissa.

La primera de ellas comienza haciendo referencia a las primeras agrupaciones que se crearon durante los años 40 del pasado siglo al amparo de dos asociaciones de la dictadura franquista: Educación y descanso (EyD), dependiente de la Organización sindical española y que existió desde 1933 a 1977, y Coros y danzas de España, incluida dentro de la Sección femenina de FET y de las JONS y vigente desde 1939 hasta 1977. Según la autora de libro gracias a ellas «se volvió a recuperar un folklore y un baile que siempre había sido una manifestación natural y espontánea entre los ibicencos cuando celebraban una fiesta o un evento familiar pero que empezaba a correr el riesgo de desaparecer al empezar a ser visto como algo vulgar e incluso despectivo».

De hecho, según recoge la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera, gracias a la influencia de estas asociaciones franquistas, «en 1949 se creó la Agrupació de Cors i Danses de la Secció Femenina, bajo la dirección de la delegación insular, la coordinación de Adelina Bonet, Vicent Bufí como maestro, el historiador y profesor Manuel Sorá y desde 1954 la ayuda de Antoni Planells, Planes, de San Miguel». Mientras, hacia 1951 «Joan Marí Marí Botja, de Sant Josep, y Josep Tur Riera, Pepet des Sereno, oficial mayor del Ayuntamiento de Ibiza, impulsaron la creación de un primer grupo formal de balladors experimentados de carácter insular integrado por miembros de todos los pueblos y la cantadora Francisca Graó, llamado Agrupació folklòrica d’Eivissa d’Educació i Descans». Viajaron a distintos lugares consiguiendo varios premios e incluso llegaron a grabar un disco con la prestigiosa casa Delta, el primero del folklore pitiuso.

Bailando para los primeros turistas
La segunda parte del libro se remonta, según Riera Escandell a los años 60 y 70 cuando algunos grupos empiezan a hacer demostraciones de ball pagès aprovechando la llegada de los primeros turistas. Los pioneros en este sentido fueron los miembros de l’Agrupació Folklòrica Aires de sa Talaia – creada en 1962 y considerada como la colla más antigua adscrita a un municipio concreto –, el Grup Folklòric de Balansat – impulsado per Toni Planes, el monseñor Antoni Torres Ripoll, los sonadors y cantadors Joan Carreró y Joan Besora y el maestro xeremier Roquetes, y que desde 1966 hacían actuaciones cada jueves en la plaza de la iglesia de Sant Miquel –, y sa Colla de Santa Maria que se presentó con motivo de las fiestas patronales de Ibiza un 5 de agosto de 1970 a iniciativa del experimentado ballador Francesc Bufí Torres Xico Bufí.

Finalmente, la tercera parte del libro comienza en los primeros años de la transición «cuando comienza un movimiento de recuperación de la propia cultura propia en toda España que en Ibiza lleva a la creación de distintas collas a lo largo de la isla». Actualmente, según la investigadora Francisca Riera Escandell «se vive un momento muy bueno ya que hay registrados 19 grupos folklóricos en las Pitiusas». Además, su función ha cambiado mucho y «su labor es mucho más amplia que simplemente el ball pagès, ya que ahora enseñan y transmiten a los niños, jóvenes y todo aquel que lo quiera, las tradiciones, las vestimenta y todo lo que tiene que ver con la Ibiza más autóctona»