Cada plato supone un viaje a un espacio nuevo, como descender al infierno a ritmo del conocido grupo de música AC/DC.

Seguramente muchos se preguntan cómo es Sublimotion, el famoso restaurante, ubicado en Hard Rock Hotel Ibiza, en el que tan solo se pueden sentar a comer 12 únicos comensales a un precio de 1.650 euros. El chef Paco Roncero, ‘alma mater’ del proyecto, siempre dice que Sublimotion es «como un lienzo donde caben muchísimas cosas» y es que detrás de esa misteriosa puerta blanca, que pasa desapercibida por todo aquel que transita esa calle de Platja d’en Bossa, se esconde un viaje gastrosensorial único en el que este año los comensales, entre otras muchas experiencias, retroceden a la década de los 40, viajan a México, descienden al infierno, se trasladan al futuro y bailan con Wally López en la fiesta más loca y desenfadada de la isla. Y todo esto, sin moverse del sitio.

En esta nueva temporada, Paco Roncero (dos Estrellas Michelin y tres Soles Repsol) y su socio, el director creativo Eduardo Gonzales (Vega Factory), se rodean de las mejores cocineras del mundo. Así, se incorporan al equipo, una de las referentes en la gastronomía de nuestro país, la cocinera española Elena Arzak (tres Estrellas Michelin); la peruana Pía León (Mejor Chef Femenina de Latinoamerica 2018); la cocinera de origen esloveno Ana Ros (Mejor Chef Femenina del Mundo 2017); y desde Singapur, la repostera Janice Wong (Asia’s Best Pastry Chef 2015).

Tres mágicas horas que comienzan en una pequeña sala vintage, donde conocemos al equipo de Sublimotion y donde se invita a los comensales a subir a un montacargas que les transporta a la Gran Mesa, un espacio aparentemente sencillo, en el que tienes la sensación de sentirte vigilado y donde se palpa un placentero aire de suspense e incertidumbre, que anima aún más a los asistentes.

La actriz y modelo Ana Vide, que este año regresa a Sublimotion, nos acompaña como maestra de ceremonias durante este viaje que comienza a ritmo de jazz con Diamonds Are a Girl’s Best Friend de Marilyn Monroe, que invita a relajarnos, dejarnos llevar y que consigue arrancar las primeras sonrisas entre los asistentes.

Para empezar la propuesta gastronómica, una delicatessen firmada por Elena Arzak, una interpretación de un clásico de nuestra gastronomía, los huevos con patatas, que ha traído en exclusiva a Ibiza y que vienen coronados de caviar. Espectacular. Mientras los comensales disfrutan mojando pan, algo ocurre detrás de las cortinas y es que llega uno de los platos emblemáticos de Sublimotion, el huerto de verduritas, sabrosos vegetales sobre una riquísima tierra, que una vez más sorprende a nuestro paladar. «Y lo que queda, así que dejad hueco», avisó Ana Vide como buena anfitriona. Y es que esto solo acaba de empezar. Le sigue una cápsula suspendida en el aire que simula el desierto y que contiene cecina de vaca vieja con diferentes toques de encurtidos, brotes, flor de hinojo, erizo, hojas de cactus osmotizadas y bizcocho de mole.

Después de dejarnos sin palabras y de degustar en una sofisticada barra pequeños bocados con toques asiáticos acompañados de un delicado sake, llega uno de los momentos más esperados, el viaje al futuro. «¿Se imaginan cómo sería una comida en el año 2050?», nos preguntan mientras nos dan unas gafas de realidad aumentada. Ahora toca vivir una experiencia virtual gastronómica en la que surfeamos, nos lanzamos en paracaídas y sobrevolamos bellos paisajes. Inmersos en esta aventura y alejados de la realidad, llega uno de los momentos mejor conseguidos de Sublimotion 2019, donde realmente te das cuenta de que te encuentras en un lugar mágico, que es cierto que la sala se transforma en cada plato y comprendes la magnitud de Sublimotion.

Regreso a los años 40
Cuando los comensales se quitan las gafas aparecen en un cabaret de los años 40. La mesa principal es ahora un escenario con una bailarina, han dividido en parejas a los comensales, en seis coquetas mesas perfectamente ambientadas en la época, vajilla y decoración incluidas, al fondo hay una banda de música, una fantástica actuación sobre el escenario y Why don’t you do right sonando de fondo. Todo está perfectamente sincronizado. Sobre la mesa, codornices rellenas de setas y foie con flan de calabaza. Atónitos y sin palabras, nadie sabe cómo ha sido posible y este episodio alimenta aún más las ganas de ser sorprendidos. Y lo vuelven a conseguir.

Después, mientras viajamos en avión, nos invitan a degustar un menú compuesto por ensalada con crema acevichada y gamba roja, puré de patata cremoso y caviar de aceite de oliva y lenguado con mahonesa de mostaza y mango, puré de limón y alcaparra esférica.
Sin saber el destino, al azar, aterrizamos en México, momento más divertido y desenfadado, en el que los asistentes se levantan, bailan, charlan mientras comen ceviche de gamba roja, tacos de pollo y un margarita especialmente delicioso. Si algo tiene esta experiencia es que el show no ensombrece lo gastronómico y el espectáculo acompaña y maximiza las sensaciones del comensal.

El postre, pintado al momento
La aventura continúa en el infierno a golpe de AC/DC, en esta ocasión rodeados de fuego y degustando unas sabrosas piezas de cordero, que se deshacen en la boca. Cada plato supone un viaje a un espacio nuevo y el comienzo de una nueva aventura.
Y llega el momento más dulce, el postre. Imposible imaginar lo que iba a suceder pero después de dos horas mágicas y sabiendo que detrás del postre estaba la mundialmente reconocida mejor pastelera de Asia por segundo año consecutivo, la repostera Janice Wong, las expectativas eran bien altas y aún así, consiguieron dejarnos una vez más boquiabiertos. La mesa se transformó en un lienzo sobre el que los camareros daban pinceladas de color. Chocolate, creatividad, deliciosos bombones, una explosión de sabores y un bizcocho sublime con notas cítricas refrescantes ponía el broche final a la gran experiencia gastronómica. Aunque en realidad, la fiesta comienza ahora. Con Wally López a los platos, más música, más diversión, más bombones, serpentinas, luces y cóctel de sandía.

Ya van seis años y Sublimotion consigue sorprender y mantener el equilibrio entre alta gastronomía y espectáculo.

Como bien explicó Ana Vide: «Sublimotion es una cápsula tecnológica diseñada para emocionar todos sus sentidos, esa siempre ha sido nuestra razón de ser y así nació esta escena y así se la presentamos» y es que las expectativas se superan, todo está bien hecho, todo está perfectamente estudiado y todo está muy bueno.

En el terreno tecnológico, el equipo de I+D+I de Sublimotion sigue apostando por la tecnología más puntera para poder ofrecer a los comensales una experiencia inmersiva en ‘Realidad Híbrida’. Un desarrollo que permite sumergir a los 12 comensales en un entorno completamente virtual, donde pueden interactuar y degustar alta gastronomía de manera real. Ingenieros, diseñadores y programadores han trabajado juntos para abrir el camino de formatos hasta ahora inéditos.

También acompañan a Roncero en esta sexta temporada el compositor musical español Lucas Vidal (dos Goyas y un Emmy); el director de cine español, Curro Sánchez; el ilusionista del siglo XXI Jorge Blass; el productor musical y dj Wally López; el diseñador de Moda Roberto Diz y el artesano alicantino Jose Piñero.