Un agricultor trabajando el campo ibicenco.

Las cosechas de cereal y forraje de Ibiza se han visto afectadas por la falta de lluvias en primavera y es que, según datos de la Conselleria balear de Medi Ambient i Territori, el nivel del conjunto de las reservas hídricas de la isla retrocedió en junio tres puntos porcentuales respecto a los registros establecidos el mismo mes del año anterior.

Esto ha supuesto que los rendimientos de estas cosechas no hayan podido superar el 50 % de producción. Así lo afirmó ayer Alicia Morales, técnica agrícola de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni, quien subrayó que «ha habido parcelas donde el rendimiento apenas ha llegado al 30 %».

Esta situación ha provocado que los ingresos no lleguen, ni siquiera, a cubrir el dinero invertido en la producción. «Los cultivos de secano, de normal, son deficitarios y suelen cubrir los gastos y poco más. Cuando el rendimiento es mucho menor, no cubres ni los gastos y es cuando se habla de pérdidas», aseguró Morales.

En cuanto a los cultivos de almendra y algarroba, la técnica agrícola no pudo precisar cómo resultarán ya que su recogida está prevista a partir del mes de agosto. Aún así, auguró una mala cosecha ya que «ni lloviendo ahora llegamos a los niveles del año pasado».

Por su parte, desde la Cooperativa Agrícola de Santa Eulària explicaron que al dedicarse a la horticultura (cultivo de plantas de huerta con regadío)- como lo son el pimiento, el calabacín, la berenjena, el tomate, el melón o la sandía- y a los cítricos, la escasez de lluvia no les ha afectado. «El problema lo tenemos en ver si los pozos van a soportar el descenso que va a haber en los niveles freáticos al estar pasando una sequía muy fuerte», indicó el ingeniero agrónomo Bernabé Linero.

En este sentido, reiteró que si no hay precipitaciones y se sigue, continuamente, sacando agua de los acuíferos, «el nivel freático bajará y, dependiendo del pozo, pueden pasar dos cosas: que se seque o que el agua pierda calidad porque puede haber infiltraciones marítimas y se salinice el acuífero, lo que supondría que ese agua no sería apta para el riego agrícola».

Concretamente, Linero apuntó que ahora hay agua suficiente, «pero si esto persiste, en un corto espacio de tiempo y dependiendo de los acuíferos, empezaremos a hablar de falta de riego». Sin ir más lejos, dijo que este verano no habrá falta de agua, pero «para la próxima campaña algún acuífero se va a resentir y si algún pozo no se seca, se va a resentir la calidad de su agua».

Reutilización del agua
Por todos es conocido que la mayor parte del agua depurada en las islas es vertida al mar. Es más, los datos del Plan Hidrológico de Balears señalan que en el 2016 se vertieron en Ibiza 14 hm3 de aguas depuradas, reutilizándose solo 0,6 hm3. A esto se suman los episodios de sequía que desembocan en la sobreexplotación de los acuíferos, lo que aumenta el consumo de agua desalada.

Por ello, es una demanda histórica que se reutilice el agua regenerada de las depuradoras, sobre todo para sectores como la agricultura. En este sentido, Formentera ya puso una balsa de riego agrícola con agua regenerada de depuradora y Sant Josep, Santa Eulària y Sant Antoni están trabajando en la reutilización del agua.

A pesar de estos esfuerzos, los resultados no llegan a Ibiza. «Es una medida que nosotros estamos pidiendo desde hace tiempo y también la Alianza por el Agua lo ha intentado, pero no se ha puesto en marcha», lamentó Morales.

Para Linero no es «lógico» que se desperdicie esa agua y es que, «aunque no se pueda usar en todos los cultivos, se podría derivar a infiltrar en acuíferos». En esta línea, cabe recordar que los acuíferos de Ibiza se encuentran por debajo de la mitad de su capacidad –la evolución interanual refleja un índice del 47 % frente al 50 % que presentaban un año atrás–, por lo que la isla ha entrado este mes de julio en situación de prealerta tras descender el nivel de sus reservas un punto respecto a mayo.