Un total de 40 efectivos sofocaron ayer el incendio que afectó a 15.000 metros cuadrados y obligó a desalojar una vivienda. | DANIEL ESPINOSA

La voz de alarma saltó minutos antes de las 15.30 horas. Las llamas empezaban a coger fuerza en una zona agrícola envuelta por una gran masa forestal en la finca Can Pep Guillem, en la parroquia de Sant Carles. Mathis de Keller, un pequeño de 10 años y nacionalidad austriaca estaba jugando en su casa cuando vio el fuego y alertó a su familia. Ellos fueron quienes avisaron del incendio a la Policía Local de Santa Eulària.

Hasta el escenario del fuego se movilizaban una primera dotación de bomberos con dos vehículos y posteriormente se incorporaban más efectivos. Por su parte el Ibanat movilizaba a una veintena de brigadistas, un técnico, dos autobombas y dos medios aéreos, un helicóptero y una avioneta que atacaron el fuego desde el aire.

Las llamas se localizaban en una zona con varias fincas. El fuego afectó las parcelas y la Policía Local evacuó como medida preventiva una casa donde se localizaban tres personas mayores.

A la zona del incendio también se desplazaron agentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, efectivos de Protección Civil, de Emergencias y una ambulancia del 061.

Gran despliegue de medios

Los medios aéreos realizaron varias descargas que fueron clave para controlar el avance de las llamas en un día de altas temperaturas.

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària dispusieron de un camión cuba para repostar las autobombas. La emergencia movilizó en torno a unas 40 personas de diversos cuerpos. Las llamas se dieron por controladas a las 18.30 horas. No obstante, en la zona permaneció un retén del Ibanat que se encargó de refrescar el terreno y controlar cualquier posible rebrote del fuego.