El Servicio de Protección de Especies de la Conselleria recuerda que estamos en tiempo de nidificación de tortugas marítimas y las puestas de huevos se dan cada vez más en playas del litoral mediterráneo occidental. | Marcelo Sastre

Ubicar en Ibiza una sede del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (Cofib) es la propuesta que anunciaron el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Miquel Mir, y el conseller insular de Gestió Ambiental, Vicent Roig, ayer en un acto en el que se liberarontres tortugas Caretta caretta en es Freus.

Sobre esta propuesta, Mir comunicó que el Ejecutivo balear quiere continuar la dinámica iniciada por el Govern durante la anterior legislatura y «expandir físicamente el Cofib a todas las islas de Baleares».

Por su parte, Vicent Roig declaró que se dará continuidad al trabajo que puso en marcha el anterior ejecutivo insular y que se dotará al Cofib de unas «condiciones dignas» para poder tener una «sede fija en Ibiza», concretamente en las instalaciones de Sa Coma.

En el acto, Mir reseñó la relevancia del trabajo del Cofib, así como la actividad de las clínicas veterinarias Eivivet y Formentera y la labor del Centro de Recuperación Especies Marítimas (CREM).

En el acto estuvieron presentes trabajadores del Institut Balear de la Natura (Ibanat), del CREM, del Cofib y del Palma Aquàrium. Además acudieron la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, el conseller insular de Medi Ambient, Antonio Sanz, y el conseller de Infraestructures, Sector Primari i Interior, Josep Marí.

22 varamientos este año
Las tres tortugas bobas devueltas ayer a las aguas del islote de s’Espardell –situado en el Parque Natural de ses Salines d’Eivissa y Formentera– fueron bautizadas como Adri, Ninja y Andrea. A Adri, una hembra que pesa 10 kilogramos, la rescataron en es Freus el mes de abril. Ninja, en cambio, es un macho de 47 kilos al que salvaron en mayo en la zona de Cala d’Hort, mientras que Andrea fue rescatada con problemas de flotación a principios de julio por un pescador en las proximidades de es Cap Nonó. Pese al elevado tamaño y peso de dos de los tres ejemplares de tortuga, la liberación se desarrolló sin ninguna complicación.

En cuanto a los problemas de las tortugas por los que fueron rescatadas, Miquel Mir aseguró que no eran derivados de la acción humana.

En lo que va de año se han contabilizado 22 casos de varamientos de tortugas en el archipiélago balear, frente a los 40 que se registraron el año pasado, de los cuales ocho se notificaron en aguas pitiusas.

El Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi Ambient recordó que ahora es época de nidificación de tortugas marinas y que cada vez es más frecuente que se produzcan puestas de huevos en playas de la costa mediterránea occidental.

En caso de descubrir un nido, las pautas de actuación consisten en avisar al 112, no molestar al animal y, especialmente, evitar sacar fotografías con flash, puesto que con este comportamiento se corre el riesgo de dañar la puesta.