Agua turbia y estancada en el río de Santa Eulària con patos nadando en ella. | Toni Planells

El agua estancada del río de Santa Eulària provoca agua turbia, malos olores en la zona y quejas de residentes y turistas. Los vecinos comentan que «son normales los olores en el día a día y que aumentan después de los días de lluvia». Señalan que «desde la semana pasada el agua se ve negra y con todo lo que luchamos porque quitaran los barcos ahora tenemos que lidiar con los malos olores». Algunos han transmitido sus quejas a la Asociación Animalista Islas Baleares (ASSAIB).

El Ayuntamiento explica que dragan constantemente, pero que el olor es por la acumulación en el agua estancada de materia orgánica, tanto posidonia como comida que la gente echa a los patos a pesar de estar prohibido, junto con las altas temperaturas de estos meses. Afirma que «el olor se incrementa después de la lluvia porque la posidonia en estado de putrefacción huele más con el agua dulce». También apunta que «el agua se ve negra al igual que las rocas de los alrededores por consecuencia del liquen».

Asegura que «este olor no es peligrosa para nadie, de hecho hay patos en el agua», y dice que el problema del estancamiento es que no hay suficiente agua en el río y la poca circulación: «De hecho sigue siendo un río porque hay corrientes subterráneas que hacen un aporte de agua a través de tuberías para oxigenarlo y que fluya, pero es un hábito que no se puede hacer a diario por el bajo nivel que tienen actualmente los acuíferos».

El Ayuntamiento explica que tiene un proyecto, aunque muy a futuro, de «reutilizar agua de la depuradora y desalada para el consumo humano, de este modo se llenaran los acuíferos con la lluvia y así podremos soltar más agua al río para que tenga corriente y fluya. Esta medida, a su vez, ayudará a que no entre tanta posidonia en el río por la desembocadura y no se acumule tanta basura orgánica».