J.J.MONERRI Un escape de vapor en la red de tuberías del sistema de calderas del colegio Sa Real-Joan XXIII poco antes de que los alumnos entraran en el turno de tarde provocó la alarma en el centro y obligó a movilizar a la Policía Local y a los bomberos. Dos horas antes, curiosamente, los bomberos fueron requeridos para apagar un fuego que se declaró en una casa payesa abandonada y ubicada junto al instituto Xarc sin que se descarte que el fuego fuera provocado.

El servicio de emergencias 112 se activó en Eivissa después de que la dirección y profesores del colegio Sa Real, poco antes de las tres de la tarde, detectara la presencia de humo, que según todos los indicios procedía de la sala de calderas. En ese momento no había ningún estudiante dentro.

Los profesores actuaron con rapidez mientras llegaba la Policía Local y los bomberos colocando barreras para impedir la entrada de los alumnos al considerar que podía existir el riesgo de una explosión. En medio del susto y de escenas de preocupación se intentó tranquilizar a los padres y a los escolares.

Una de las primeras medidas acertadas que se tomaron fue la de cortar la luz. Los bomberos, tras entrar, revisaron la red y comunicaron que era necesaria una revisión técnica en la instalación.

Las fuentes consultadas por este periódico señalaron que controlado el peligro y cortada la luz en la zona donde se encuentra la caldera se dejó entrar a los alumnos sin que apenas hubiera habido interrupción en el horario normal de la enseñanza.