Toda carretera tiene sus puntos más o menos problemáticos, pero lo que sucede en la confluencia de la calle Jaén con la avenida de Sant Agustí, en Sant Josep, empieza a ser alarmante.

En una sola semana, seis personas han resultado heridas en este auténtico punto negro de las carreteras de Eivissa. El pasado lunes, un Renault Clio de alquiler y un Seat Ibiza colisionaron, provocando tres heridos, una mujer con traumatismo craneoencefálico y dos hombres que fueron atendidos en el mismo lugar y no precisaron hospitalización.

Tan sólo cuatro días después, el viernes, otros dos vehículos chocaron violentamente en dicha intersección circulatoria. En este caso, fueron un Alfa Romeo y un Peugeot 605 los coches implicados. Tres nuevos heridos de distinta consideración, uno de ellos una niña de 12 años, fueron trasladados a un centro hospitalarios para ser atendidos de las heridas que presentaban.

Y si estos accidentes sucedían esta misma semana, no hay que retroceder mucho en el tiempo para encontrar otro ejemplo de la peligrosidad que ha demostrado tener este cruce. El día 29 de marzo, un Peugeot 205 y un Citroen AX se vieron involucrados en otro accidente en el mismo lugar. Los dos conductores resultaron heridos.

La avenida de Sant Agustí registró el pasado año, atendidos por agentes de la Policía Local de Sant Josep, más de doscientos accidentes. Para paliar estas altas cifras de siniestralidad, el Ayuntamiento instaló dos semáforos en la confluencia de la calle Madrid con la avenida, otro de los puntos negros.

Pero los vecinos que viven junto al cruce de la calle Jaén siguen quejándose de la deficiente señalización de este tramo, que está demostrando encontrarse entre los más peligrosos de la isla.