El alijo de cocaína aprehendido, camuflado en 19 jarras, arrojó una pureza del 80 por ciento. Foto: GERMÁN G. LAMA.

JOSE JAVIER MONERRI El herbolario francés que fue detenido en Eivissa después de que recibiera un paquete de Venezuela con 4'750 kilos de cocaína de extrema pureza aseguró ayer que nunca sospechó de la existencia de la droga.

Su única justificación, en este sentido, fue una conversación con otra persona que le informó de la posibilidad de remitirle un cargamento de plantas de la Amazonia, hecho que intentó hacer valer ayer ante la Audiencia en su juicio su abogada defensora valiéndose de lo declarado por éste en el juzgado. En la vista el acusado se refirió simplemente a que todo había sido una sorpresa.

Agentes de policía se hicieron pasar por funcionarios de correos para llevarle a su tienda el paquete que llegó al aeropuerto de Eivissa. A éstos les indicó que estaba esperando un paquete. Tras firmar el recibo de entrega, se procedió a su detención. La Fiscalía mantuvo para el sospechoso los trece años y medio de prisión que pidió en un principio para este caso.

Los agentes no encontraron ningún nuevo indicio en la herbolistería de la que es exclusivo propietario el acusado y a donde iba dirigido sin ningún nombre en concreto el paquete. Sí lo hallaron, sin embargo, en su casa: restos de cocaína en un refresco manipulado y varias bolsas pequeñas, según afirmaron los policías que comparecieron ayer en el juicio que se celebró contra Paul Armand M.M.B, de nacionalidad francesa. En la casa también se descubrió un billete de avión utilizado para ir a Génova.