J.J.MONERRI La Audiencia Provincial ha condenado a once años de prisión al herbolario francés que el pasado verano recibió en Eivissa un paquete postal proveniente de Venezuela que ocultaba casi cinco kilos de cocaína, cantidad que una vez comercializada, por su alto grado de pureza, hubiera supuesto unos beneficios próximos a los 192 millones de pesetas. El tribunal también ha establecido que Paul Armand M.M. Bernardo debe abonar una multa de 200 millones de pesetas. La sentencia que condena al herbolario francés, con residencia en Santa Eulària, aclara que la policía actuó correctamente, sin vulnerar ningún principio constitucional y sin manipulaciones, cuando un agente de la Unidad Central de Estupefacientes disfrazado de funcionario de correos se presentó con el paquete postal en el establecimiento que el acusado tenía en la calle Ramón y Cajal de Eivissa.

Esta gestión era necesaria para averiguar quién era el verdadero destinatario del envío, ya que el paquete, descubierto en Italia, sólo iba dirigido a la tienda. El acusado, que se jugaba trece años de cárcel, manifestó que esperaba su llegada y firmó el albarán que le ofreció el agente. En el juzgado, se abrió su contenido y se descubrieron 4'805 kilos de cocían camuflados dentro de 19 jarras de artesanía.

La Audiencia, además, precisa que no se vulneró el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones porque el envío estaba registrado con «etiqueta verde», en el que se declaraba inocua la mercancía.