El subdirector de la escuela secundaria Heritage, Cecil Brinkley, se acercó al alumno que disparó e hirió a seis personas en dicho centro y le pidió que le «entregara el arma», momentos después de que el joven de 16 años abriera fuego contra sus compañeros en esta ciudad cercana a Atlanta (Georgia).

El estudiante bajó el arma y se echó en los brazos de Brinkley sollozando: «¡Qué he hecho, qué he hecho!». Nathaniel Deeters, un estudiante de 15 años, dijo que habló con el agresor antes que comenzara a disparar y reveló que el muchacho estaba consternado porque había roto con su novia tres días antes. El joven está bajo custodia en un centro de detención juvenil y las autoridades esperan presentar cargos en su contra el próximo jueves. Algunos testigos aseguraron que tras el ataque vieron como el estudiante, que iba armado con un rifle y un revólver, se puso un arma en la boca e hizo ademán de suicidarse.

Por otra parte, dos estudiantes de 13 y 14 años han sido detenidos en California tras descubrir que fabricaban explosivos caseros en sus domicilios.
Los agentes inspeccionaron sus casas, después de recoger informaciones que apuntaban a la posibilidad de que los escolares estuvieran fabricando bombas caseras del tipo «tubo». En estas bombas se introduce se utiliza una mecha para hacerlas detonar.