Un tornado que se desencadenó en la localidad costera de Argeles-sur-Mer, al sureste de Perpinyà, causó la madrugada de ayer la muerte de al menos una persona y heridas a una veintena, así como cuantiosos daños. El tornado, un fenómeno meteorológico muy poco frecuente en Francia, se produjo poco después de las 3.00 locales (1.00 GMT), duró sólo unos pocos minutos, y afectó en particular a un campamento de gitanos que se habían instalado hace tres días en las afueras de la localidad.

Allí se produjo la víctima mortal y la mayor parte de los heridos, así como cuantiosos daños materiales en sus caravanas. Varios campings ubicados en las proximidades de Argeles-sur-Mer sufrieron abundantes desperfectos en sus instalaciones. Además, el tornado, que iba acompañado de lluvia, arrancó de raíz árboles y varias carreteras de la zona estaban cortadas a primera hora de la mañana. Los servicios meteorológicos, que ya habían advertido del peligro de lluvias muy fuertes, mantuvieron ayer la alerta en toda la zona.