Dos hombres se fueron a buscar setas anteayer por la tarde a la zona del valle de Morna y cuando ya regresaban al vehículo uno le dijo al otro: «Espérame en el coche que ahora vengo». Tardó tanto en volver que su compañero se fue a buscarlo, pero no le encontró, según explicó a la Guardia Civil. Ya caída la noche, el hombre denunció la extraña desaparición en el cuartelillo de la Guardia Civil, por lo que se organizó una intensa búsqueda por la zona, informó el servicio del 112.

El denunciante les dijo a los agentes que desconocía el nombre de su compañero, que sólo sabía su apodo, Coco, que ronda los 65 años y que en el momento de la desaparición por la zona del valle de Morna, en el municipio de Sant Joan, vestía un jersey azul marino y una gorra beige.

Al día siguiente

Pasaban las horas, era ya muy tarde y como los equipos no daban con el buscador de setas, decidieron posponer el trabajo hasta la mañana siguiente, señalaron desde el 112. Ya por la mañana, los voluntarios de Protección Civil, agentes de la Policía Local de Santa Eulària y de la Guardia Civil reemprendieron el rastreo del buscador de padrassos (también llamados rovellons en catalán y níscalos en castellano), pero seguían sin encontrarlo.

Finalmente, aproximadamente a la hora del mediodía, el hombre regresó a su casa y la búsqueda se dio por finalizada. Explicó a las autoridades que había pasado la noche en una cueva del valle de Morna, ya que hacía mucho frío, con mínimas que marcaron hasta tres grados.

El hombre, C.R.B., nació en Formentera y tiene 63 años. Se encuentra en perfecto estado de salud, informó tras el feliz hallazgo el servicio del 112.