Juzgan a un matrimonio cuyo cabeza de familia está acusado de violar a su hija de 9 años. | Redacción Sucesos

Un residente italoargentino de la localidad de Santa Eulària de 41 años se sentará en el banquillo el próximo martes ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial junto con su pareja, argentina y de 50 años, por los supuestos abusos sexuales que sufrió una hija de 9 años, abusos de los que se cree, según el escrito fiscal, que la madre tuvo conocimiento de que al menos la menor estaba siendo víctima de tocamientos. Dichas agresiones pudieron prolongarse durante cuatro años.
Las investigaciones judiciales realizadas, sin embargo, apuntan a que la niña también fue penetrada por el acusado, circunstancias por la que el ministerio público pide 14 años de prisión para el hombre y dos para su mujer.
Detención
El acusado fue detenido en febrero de 2008 cuando la Policía Local y la Guardia Civil llegaron a tener conocimiento del caso después de que la víctima, en un último episodio, se atreviera a presentar resistencia su padre y logrando que éste huyera. Durante la instrucción de la causa se determinó que la pareja, que compartía otro hijo entonces de 7 años, se instaló en Eivissa y que en ese momento comenzaron los abusos que han trascendido.
Según el escrito fiscal, el acusado se dirigió «de forma continuada a la menor», que entonces contaba con nueve años de edad y la sometió a distintos tocamientos aprovechando que la madre de la pequeña se hallaba ausente. La menor fue durante estos actos amenazada.
El hombre -siempre según el escrito fiscal- también empleó la fueza física para penetrarla mientras la inmovilizaba por los hombros. Durante estas mismas agresiones el acusado se masturbó e infundió temor a la niña «advirtiéndola de que le haría algo malo en caso de que contase a su madre lo que hacía con ella».
La última presunta agresión de la que se tuvo conocimiento tuvo lugar en la madrugada de 1 de febrero de 2008 en el domicilio familiar cuando la niña tenía 12 años. La investigación judicial ha resuelto que ese día la madre había salido de fiesta y que el acusado supuestamente volvió a las andadas repitiendo sus métodos de actuación sin contar con que ese día la menor sí prestó decidida resistencia.
Candado
Según la información que trascendió ese día, dicho individuo fue apresado después de que la propia menor llamara al 112 cuando su padre rompió a golpes un candado que había colocado en la puerta la madre para evitar que el progenitor entrara. Durante los primeros compases de la investigación también se habló de que otra hija del acusado, ésta mayor de edad, también se refirió a que había sido objetos de abusos sexuales, extremo éste por el que el sospechoso no va ahora acusado.