Agredió de nuevo a su mujer y supuestamente también golpeó a sus cuatro hijos, cuatro niños con edades comprendidas entre los 12 y los 5 años, después de llegar a su casa de Sant Antoni y protagonizar un altercado con su esposa tras recriminarle que sus hijos estuvieran siempre en la calle. Los pequeños dormían cuando ocurrió todo en la medianoche del jueves. La hija mayor, la de 12 años, fue la que peor parada resultó. Su padre presuntamente se ensañó con ella después de que se interpusiera en la pelea con la madre y recibiera golpes con el mango de un cuchillo de cocina en la cabeza. La pequeña precisó varios puntos de sutura en el cuero cabelludo, tuvo que ser atendida de un ojo morado y presentaba fuertes erosiones en el cuello.
El presunto autor de todos estos hechos, un hombre de 30 años de nacionalidad marroquí al que se le atribuyen problemas con el alcohol y con las drogas, ingresó el pasado fin de semana en prisión tras negar todas estas acusaciones.
Durmiendo
El sospechoso tendrá que sentarse en el banquillo para enfrentarse a penas que rondan los siete años de prisión. El fiscal pide tres años y medio de cárcel por la agresión a la hija, un año por el maltrato a la mujer y once meses por cada uno de los episodios con los otros tres pequeños.
La madre, de la misma edad que su esposo y de idéntica nacionalidad, dormía en una habitación con sus cuatro hijos, de 12, 10, 8 y 5 años, cuando su marido llegó a casa, al parecer, muy alterado como, según fuentes conocedoras del caso, ha ocurridos en otras ocasiones. Tras iniciar una discusión con su mujer, la mayor de los hermanos se levantó y se sobresaltó al ver a su padre con un cuchillo de cocina presuntamente amenazando y zarandeando a su madre. Fue entonces cuando el progenitor corrió tras la niña. Ésta se refugió debajo de una manta pero no puedo evitar el ataque y la retahíla de golpes que recibió a continuación, momento del que también salieron afectados sus hermanos. Tras recibir asistencia médica, y según los datos recogidos por este periódico, los médicos, tras coser un corte de cinco centímetros en la cabeza de la pequeña, no consideraron necesario su ingreso hospitalario. «Tienen terror al padre. De hecho, uno de los hijos la noche después de su detención veía a su padre entrar en el dormitorio», explicó una de las primeras personas que atendió a la familia.
El acusado y su familia cuentan con pleno arraigo en las Pitiüses, lugar donde llevan más de siete años residiendo. De hecho, uno de los pequeños nació cuando todos ellos residían en Formentera y el menor y la madre fueron trasladados en el helicóptero sanitario que une esta isla con Eivissa. Según las mismas fuentes, el sospechoso cuenta también con familia en Eivissa pero ésta prefiere no saber nada de él por su obstinación a no reconocer sus dependencias.

Acogida y amparada por el Instituto Balear de la Dona

El Instituto Balear de la Dona se ha hecho cargo de la familia afectada. Al parecer, ésta estaba residiendo en un piso de Sant Antoni donde las condiciones de vida eran precarias porque el padre hacía tiempo que no lograba encontrar un trabajo y no existían ingresos. La madre conseguía trabajos eventuales gracias al apoyo de Caritas y los niños carecían de material para ir la colegio. Asimismo conseguían su sustento mediante los mecanismos de ayuda que establecen los Servicios Sociales. Según los datos recogidos por este periódico, la madre, una mujer sin estudios ni información que, junto con sus hijos, ya había sufrido malos tratos en otras ocasiones, decidió ratificar su denuncia, hecho que motivó que fuera trasladada a un piso de acogida.
En Eivissa, el Instituto Balear de la Dona está atendido por dos mujeres, una psicóloga y una trabajadora social, que se turnan en el desempeño de las tareas de acompañamiento y asistencia telefónica y personal que incluyen un servicio durante las 24 horas. Cualquier víctima que lo necesite puede llamar a cualquiera hora al 112 o al 971 17 89 89 y requerirlo.