En el banquillo por un accidente ocurrido supuestamente con un conductor herido que huyó dejando en la carretera un herido. Todo ello con la sospecha de que el vehículo implicado, que carecía de seguro y cuyo propietario tampoco tenía carné de conducir, fue quemado tras el siniestro.
Éstas son las dudas que se ciernen sobre un empresario de la isla que ayer compareció en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa después de que los afectados por este suceso, ocurrido en febrero de 2005, ejercieran acciones legales por supuestos delitos de lesiones imprudentes, omisión del deber de socorro, incendio de vehículo y falsa denuncia, cargos por los que se piden penas que suman los cinco años de prisión.
El fiscal, sin embargo, no acusa a dicha persona al considerar que no existen suficientes indicios contra él ya que no consideró concluyentes, tras las investigaciones de Tráfico y del puesto de Sant Antoni, que dicha persona condujera el coche y que este mismo vehículo fuera el que estuvo involucrado en una colisión por alcance acaecida en la noche del 3 de febrero.
Calcinado
El acusado, al respecto, siempre proclamó su inocencia y se vio en esta tesitura después de que, tras el siniestro, se presentara bebido en el puesto de la Guardia Civil de Sant Antoni para interponer una denuncia por la desaparición de su vehículo, un Nissan Patrol que los agentes encontraron calcinado entre Sant Josep y Sant Antoni cuando precisamente se formalizaba este trámite.
El Nissan Patrol fue identificado porque, entre otros datos, se pudo reconocer en una de sus puertas el rótulo de la firma empresarial del sospechoso. El todoterreno, además, tenía el número de su bastidor borrado.