Todo indica que el hombre salió de la caravana cuando llovía y al pisar el suelo sufrió una descarga eléctrica que lo fulminó.

La Guardia Civil ha imputado a un feriante por un presunto delito de homicidio imprudente en relación con el caso de la muerte por electrocución de Said Hadouchi, marroquí de 32 años de edad, el pasado jueves en el campamento de los trabajadores de la feria en Santa Eulária, donde residía en una caravana.
Fuentes del instituto Armado confirmaron ayer la imputación de este hombre, que no ha sido detenido, y añadieron que en el interrogatorio que le realizaron los agentes reconoció que el fallecido había trabajado para él, pero aseguró que esta relación ya había concluido y que el viernes, cuando se produjo el accidente, Said Hadouchi estaba en la caravana por su cuenta riesgo. En cualquier caso, el fallecido no tenía contrato de trabajo.
En este capítulo, en el caso de que se demuestre que el fallecido trabajaba para el feriante ahora imputado, éste también podría ser acusado por un delito contra la seguridad de los trabajadores, señalaron fuentes conocedoras del caso.
«Conexión ilegal»
Además, apuntaron desde la Comandancia de la Guardia Civil en Balears, la caravana en cuestión tenía «una conexión ilegal», es decir, que no se contaba con el permiso del Ayuntamiento de Santa Eulària para tomar electricidad. Para colmo, según la Guardia Civil, la toma de electricidad no disopnía de las medidas de seguridad que marca la ley
El campamento de feriantes estaba instalado junto al hotel Sol, a menos de un kilómetro de donde se encuentra la feria. El accidente mortal se produjo a las 22,30 horas, en plena lluvia. Un súbito apagón y un grito alertaron a los trabajadores de la feria, que se encontraron con Said Hadouchi bajo su caravana. La UVI móvil se encontraba casualmente en la zona, pero nada se pudo hacer por salvar la vida de Hadouchi.
Todo indica que murió por una descarga eléctrica que lo fulminó nada más bajar de la caravana y tocar el suelo. Se sospecha que salió del vehículo cuando más llovía para comprobar el estado de su perro.