En la madrugada del martes al miércoles, alrededor de las dos y media, el conserje del hotel Cala Saona, situado a pocos metros del restaurante Sol, avisó a los servicios de emergencia que había llamas en la terraza de dicho restaurante por lo que se movilizó al servicio de Bomberos, la Policía Local y la Guardia Civil. Los trabajos de extinción se prolongaron a lo largo de tres horas y en ellos participaron dos camiones de bomberos y cuatro efectivos.

Todos los indicios apuntan a que se trata de un fuego intencionado ya que parece evidente, según las primeras inspecciones oculares que existen dos frentes de fuego totalmente distintos, uno de ellos abierto en la terraza y un segundo provocado en el interior de la cocina a la que habían lanzado líquido inflamable.

Estas suposiciones concuerdan con la de dos testigos presenciales que eran clientes de dicho restaurante y que alojándose en el hotel Cala Saona, desde la terraza vieron moverse a una o varias personas con objetos inflamables, aunque luego se pudo precisar que los objetos estarían inflamados, encendidos, de lo contrario no hubieran sido visibles por la noche.

Los daños más sustanciales afectan a la terraza del establecimiento, la parte principal del negocio, una terraza que tiene alrededor de 80 metros cuadrados y en la que había unas 19 mesas con más de 60 sillas que fueron pasto del fuego; la techumbre que era de chapa metálica ondulada acabó fundiéndose en parte y se vino abajo pero tardó lo suficiente para impedir que el fuego se propagara al pino centenario que está sobre el restaurante y que hubiera podido propagar el fuego a otras partes del local y a las viviendas cercanas que se encuentran en un bosque de pinos.

En cuanto a la cocina los daños son de menor cuantía pero parece que el restaurante, que cuenta con 13 trabajadores y esperaba la incorporación en pocos días de tres más, deberá permanecer cerrado un mínimo de dos semanas, hasta que se puedan reparar los daños.

Cámara de internet

Una de las posibilidades existentes con las que puede contar la Policía Judicial de la Guardia Civil, que debía trasladarse desde Eivissa a Formentera a última hora de la mañana, es la existencia desde hace tiempo de una cámara acoplada a un portal de internet, 'formenterasunset' que graba imágenes las 24 horas del día por lo que no se descarta que sea pieza clave para resolver el incendio. El hecho de que tres días atrás ya se produjera un robo en dicho restaurante, asalto en el que los ladrones se llevaron 1.300 euros, hacen pensar según algunas fuentes en un ex trabajador vengativo como el culpable de los hechos.

El responsable del local choca con su coche contra los guardias que investigan el caso

Después de ver el local incendiado, el responsable del local. F.G., tuvo la mala fortuna de colisionar con el vehículo en el que viajaban dos agentes de la Guardia Civil que habían estado en el lugar de los hechos. Pese a la aparatosidad, que obligó a cortar la carretera de es Cap de Barbaria durante más de una hora, no hubo heridos de consideración.

Ocurrió sobre las once y media a tan sólo un kilómetro de la incorporación que ambos vehículos realizaron a la carretera principal desde Cala Saona. Los informes indican que el vehículo de la Guardia Civil en un pequeño cambio de rasante frenó porque un Seat Panda se estaba incorporando a la calzada desde un camino de tierra.

F.G. conducía su vehículo y se dirigía igualmente a Sant Francesc, quizás demasiado preocupado por lo que acababa de suceder en su establecimiento y no se percató de que el vehículo que le precedía frenaba la marcha y lo embistió. Sobre el terreno la Guardia Civil hizo las mediciones y apuntaba a que el vehículo conducido por F.G. circulaba a baja velocidad y que el impacto habría sido fruto de un despiste momentáneo.