La juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha dictado su cuarta sentencia condenatoria contra un vecino de la zona de Jesús que ha tenido que sentarse en el banquillo por delitos de maltrato y quebrantamiento de condena. En esta ocasión, le impone nueve meses de prisión. Dicho individuo, A.C.B, un manchego de 55 años, 'inauguró' su historial en septiembre de 2009 cuando, entre otras penas ya firmes, se le imponían 16 meses de prohibición y aproximación a su ex pareja. Tras ello ha tenido que ir ante la juez Rodríguez otras cuatro veces. Dos de las causas se encuentran recurridas y una tercera se saldó con una absolución a su favor.

Un tecnicismo

El sospechoso fue encarcelado en su día pero logró salir de prisión después de que la Audiencia Provincial lo absolviera de uno de estos quebrantamientos por razones técnicas. El tribunal no dio validez al requerimiento formal que le hizo el juzgado para que no se acercara a su ex esposa.

A.C.B., lejos de aprovecharse de esta 'concesión' no dio tregua. Volvió a merodear el domicilio de su ex mujer y el 12 de mayo, poco antes de las tres de la tarde, se plantó frente a la puerta de la casa. La afectada, una ibicenca que ha declarado en varias ocasiones estar sufriendo una «pesadilla» por el acoso que padece, tuvo que soportar que su ex marido le exigiera dinero para poder vivir diciéndole que se «atuviera a las consecuencias» si no atendía sus reclamaciones. Luego, y tras no recibir nada, se marchó en su coche.

En el juicio, A.C.B. explicó que al haber sido absuelto en un caso pensó que ya no tenía validez ninguna orden de prohibición que pesara sobre él, argumento que la juez ha vuelto a desestimar.