Roman G., un alemán de 61 años de edad que fue arrestado por la Guardia Civil después de que se comprobara que tenía 101 plantas de marihuana en un invernadero, ha quedado en libertad. El acusado insistió ante el juez de guardia que toda al marihuana es para su consumo. Argumentó ante el juez que su actividad es estrictamente «legal», ya que es consumidor diario de gran una cantidad de esta droga, por lo que se ve en la necesidad de cultivar para no tener que acudir al mercado negro. Aseguró que no se dedica a la venta y añadió que, en algunas ocasiones, invita a sus amigos. Con el fin de comprobar la veracidad de su declaración, el juzgado ha ordenado que sea sometido a una analítica.

Sin riesgos

Mientras tanto, queda en libertad provisional. El juez de guardia no advierte riesgo de fuga, ya que Roman G. reside en la isla desde hace 25 años e incluso su madre, ya muy mayor, también vive en Eivissa. Es la tercera vez que este hombre es detenido por el mismo motivo. Fue arrestado en 2002 y en 2004 en actuaciones policiales por supuestas actividades contra la salud pública. Entonces también dijo que era para su propio consumo.

En esta ocasión, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron en la residencia de Roman G. 60 kilos de marihuana distribuidos en diez cajas de cartón con un peso de 17,5 kilos, 101 plantas que en total suman 36 kilos y 5 fiambreras de plástico con 4,8 kilos de cannabis, indicaron anteayer desde Comisaría. Según esta información, los agentes acudieron a la casa de este hombre porque advirtieron actividad nocturna sospechosa.