Varios controles como el que aparece en la imagen fueron establecidos para intentar apresar a los ladrones. | Marco Torres

Nuevo robo a mano armada en una casa de campo de la Isla. Cuatro individuos ataron y amordazaron a dos residentes de Sant Josep tras irrumpir de noche en la vivienda.

La Guardia Civil movilizó a numerosas patrullas para intentar cortar la huida de unos ladrones después de que anteanoche se tuviera conocimiento de que al menos cuatro personas habían entrado y maniatado a los moradores de una casa de campo ubicada en las proximidades de la denominada curva de es Frigolà, en el municipio de Sant Josep. Los asaltantes fueron provistos de, al menos,una pistola y, según distintas fuentes, se llevaron un escaso botín tras dejar atados y amordazados a los afectados, al parecer una pareja de residentes europeos.

La 'operación jaula' no dio resultados pese a que las unidades del Instituto Armado se desplegaron con rapidez después de que, sobre las diez y media de la noche, el 112 diera aviso del atraco. Todo ello coincidiendo con que la pareja logró liberarse de sus ataduras sin que mediara mucho tiempo después de que los ladrones huyeran de la casa.

Botín

Los primeros datos que han trascendido sobre este suceso apuntan a que posiblemente los asaltantes eran personas de origen sudamericano y que creyeron que en la vivienda había una fortuna. Se desconoce si en el domicilio había alguna caja fuerte y si ésta llegó a ser abierta. Sin embargo, las fuentes coinciden en indicar que los ladrones sólo se llevaron pequeños objetos de valor sin que tampoco pudieran hacerse con una cantidad desmesurada de dinero.

Al parecer, fueron los propios perjudicados los que alertaron al 112 de lo ocurrido. Ninguno de ellos, pese a la violencia empleada por los atracadores y la situación de tensión que se vivió durante el robo, resultó con lesiones graves en el asalto que precisaran hospitalización. Todas las fuentes policiales consultadas por este periódico coinciden en señalar que este verano está siendo especialmente duro por el gran número de robos que se están registrando en la Isla, especialmente en zonas aisladas donde hay casas de campo, tanto con violencia como en acciones en las que se aprovecha la ausencia de sus moradores. Del mismo modo, aún siguen las investigaciones para resolver si hay una banda de butroneros y otras para frenar oleadas de hurtos, habituales en temporada turística, que se atribuyen a grupos magrebís y rumanos.