Al menos un ministerio se implicará en la recuperación de Benirràs. Esto es lo que está intentando el Govern después de que el president Francesc Antich, que ayer despidió al destacamento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazado a Eivissa, haya anunciado que se han iniciado conversaciones para involucrar a organismos estatales. Antich indicó que durante la mañana había tenido una conversación con la máxima responsable de Medio Ambiente, la ministra Elena Espinosa.

El Govern tiene ahora por delante no sólo concretar y buscar las ayudas necesarias que se estimen precisas una vez que se realice una valoración de los daños ocasionados y las soluciones que se convengan para reforestar un paraje de alto valor ecológico afectado, oficialmente, en una extensión de 349 hectáreas. También, según reconoció Antich, habrá que buscar partidas económicas para sufragar los gastos originados por el despliegue de unidades que han participado en la extinción del incendio.

Antich señaló que su Govern espera los informes y conclusiones del Consell d'Eivissa y del Ayuntamiento de Sant Joan con el fin de completar todos los datos que son necesarios para poder ver de qué forma se podrían destinar partidas presupuestarias a estos objetivos. Por ello, no descartó futuras reuniones para estudiar estos extremos.

Partidas

«Vamos a ver todas estas cuestiones para poder acogernos a los programas de reforestación, ver las partidas disponibles y estudiar cómo nos puede ayudar el ministerio de Medio Ambiente», apuntó Antich. Otra posibilidad que se valoraba era beneficiarse a través de los planes de desarrolló rural que figuran en lo que antes de la reunificación ministerial era la cartera de Agricultura. En este sentido, no contestó explícitamente si en el futuro se iban a tomar medidas de prevención para evitar o minimizar los riesgos de incendio en Benirràs u otros parajes pero señaló que todo se verá una vez se analice toda la información.

El president y el conseller de Medi Ambient, Gabriel Vicens, tenían previsto regresar ayer a Mallorca. Su marcha coincidió con la llegada del presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, quien se encontraba de vacaciones, al parecer en los Pirineos, y que ayer, en el mismo acto que Antich, dijo no haber podido regresar antes a la Isla. Todos los responsables gubernamentales se congratularon de la marcha de la UME, calificando de «muy buena noticia» el hecho de que se pudiera prescindir de su intervención porque ello avalaba que el incendio estaba «muy estabilizado».

Nuevos focos

Al respecto, Antich mostró ayer por la mañana su confianza a que en el plazo de 48 horas se diera por controlado. Sobre las 19,00 horas de ayer se cumplía esta previsión. Esto significa «que se ha cerrado el perímetro, ya no se puede quemar más área a no ser que haya unas condiciones muy adversas», explicaron desde Medi Ambient. «Eso no significa que no haya más fuegos; habrá reproducciones, pero será en zonas ya quemadas», añadieron.

«Habrá que esperar aún unos 12 días para que se pueda llegar a lo que se conoce como 'extinción cero'», destacó el president. Desde Medi Ambient fueron más optimistas y apuntaron que la semana que viene podría darse por extinguido. Consumar la extinción queda en manos de los bomberos del Ibanat y del Parque Insular, Protección Civil, y los apoyos que tengan durante los días siguientes (un helicóptero, un avión y dos brigadas de Mallorca que permanecerán, como mínimo, hasta el domingo) para refrescar las zonas aún «calientes» y evitar rebrotes.

«Todavía queda mucha tarea de limpieza en un terreno muy difícil», comentó Francesc Antich. Del mismo modo, pidió «prudencia» para que se pueda esclarecer cómo se inició el fuego y si se puede responsabilizar a alguien por lo ocurrido. «Los informes de Medi Ambient se pasarán a la Guardia Civil para que se pueda completar la investigación policial», añadió.

Un centenar de efectivos trabajan en la zonaç

Un centenar de agentes forestales y bomberos y siete aeronaves trabajaban en la extinción del incendio. Según Medi Ambient, sobre las 349 hectáreas quemadas, comprendidas en un perímetro de 16 kilómetros de longitud, se coordinaban cuatro brigadas del Ibanat, además de los bomberos de Eivissa, dotados de siete vehículos con depósito de agua y una pala excavadora.

Desde el aire, operaban un hidroavión Canadair, dos avionetas Airtractor y tres helicópteros, así otro aparato en tareas de vigilancia.