A.A.M., responsable de seguridad de una discoteca de la isla en 2005, con una edad de 35 años en la actualidad, ha sido condenado a 22 meses de cárcel por fracturar la mandíbula a un cliente cuando otro trabajador del club le tenía sujeto por los brazos. Además, tendrá que indemnizar a su víctima con 18.985,10 euros.

La sentencia, fechada el 26 de julio de este año, ha sido emitida por la juez magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, que considera como hechos probados que sobre las cuatro de la madrugada del 13 de septiembre de 2005 el condenado, como responsable de seguridad de la discoteca, tuvo un altercado con un joven italiano y «con intención de menoscabar su integridad física», en el momento en que el acusado expulsaba de la discoteca al italiano, y mientras otro empleado del club lo zafaba por detrás los brazos del cliente, le agarró por el cuello, lo que provocó que se mareara y cayera al suelo.

Se recuperó y se incorporó, pero antes de salir del local fue agarrado de nuevo y de la misma forma por el empleado de seguridad.

Fractura

En ese momento el acusado propinó un puñetazo en la mandíbula al italiano que le causó una fractura en la cara izquierda de la misma, así como otras contusiones de menor entidad.

El golpe fue tan fuerte que el joven estuvo impedido para realizar sus ocupaciones habituales durante 170 días.

El condenado carece de antecedentes penales por lo que la condena de trece meses de cárcel quedará en suspenso.

También ha sido condenado a pagar las costas del proceso judicial, que ha durado cinco años.